El desafío electoral en Estados Unidos del Siglo XXI
En la era actual, la población estadounidense ha demostrado una marcada división. Únicamente Barack Obama logró una victoria contundente en el Colegio Electoral debido a la crisis financiera que se gestó durante el mandato de George W. Bush.
Adicionalmente, en los años 2016 y 2020, las elecciones estuvieron sumamente reñidas, siendo una ganada por Donald Trump y la otra por Joe Biden con similar margen electoral. En el presente año 2024, las proyecciones electorales indican un escenario competitivo, con siete estados en disputa.
Donald Trump cuenta con diversos elementos que juegan a su favor.
Contexto adicional sobre la presidencia de Abinader.
Factores clave en la contienda electoral
En primera instancia, su gestión se llevó a cabo en un periodo de relativa estabilidad a nivel internacional, heredando una economía sana proveniente de la administración de Obama con baja inflación. Sin embargo, la gestión de la pandemia resultó determinante en su reelección en 2020.
Por otro lado, tras la pandemia, la inflación se disparó, lo cual tomó tiempo controlar. Aunque la economía ha experimentado un crecimiento y el desempleo se mantiene bajo, aún persiste el impacto negativo de los precios elevados.
Asimismo, Trump ha basado parte de su apoyo en una postura antiinmigrante, aspecto que se agudizó con la crisis en la frontera tras el levantamiento de restricciones debido a la pandemia. La repentina llegada de inmigrantes generó dificultades de integración, a pesar de la necesidad de mano de obra debido a las devastadoras consecuencias del Covid.
La compleja situación geopolítica y sociodemográfica
Por otro lado, la lucha por la hegemonía mundial en el siglo XXI se ha intensificado con sucesos como la invasión rusa a Ucrania y conflictos en Medio Oriente, generando un escenario de inestabilidad geopolítica donde EE.UU. desempeña un rol crucial. Esta situación ha provocado divisiones dentro del electorado demócrata, especialmente entre los jóvenes, judíos y musulmanes.
Adicionalmente, la imagen de Trump como líder dominante y despectivo frente a sus opositores ha sido bien recibida por sus seguidores. Incluso frente a problemas legales, su postura se mantiene firme. En contraparte, Kamala Harris, una mujer de ascendencia afro, se convierte en blanco de los ataques de la facción trumpista.
El peso de las tendencias electorales y sociales
A pesar de los elementos favorables para Trump, las encuestas muestran una competencia cerrada en esta etapa final. ¿Cuál es la razón?
Primordialmente, la mitad del electorado se alinea con el partido demócrata y rechaza la actitud prepotente, insultante y discriminatoria de Trump.
Por otra parte, a pesar de la inflación, la economía estadounidense se mantiene sólida con bajos índices de desempleo, superando la recuperación de otros países desarrollados.
Claves para el desenlace electoral
Además, la mayoría de las mujeres tiende a votar por los demócratas y participan activamente en el proceso electoral.
Un grupo reducido de republicanos rechaza a Trump, especialmente tras los incidentes en el Capitolio en enero de 2021.
Por su parte, Harris ha logrado reconfigurar la coalición demócrata al ganarse el respaldo de jóvenes, mujeres, hombres blancos con mayor formación, afroamericanos y latinos, siendo este último grupo el más reacio ante los insultos vertidos por Trump.