La provocación del líder autoritario contra el político democrático
El insulto despectivo emitido por el dictador Nicolás Maduro hacia el presidente democrático Luis Abinader no puede ser simplemente atribuido a la confiscación de una aeronave venezolana por parte de Estados Unidos en territorio dominicano.
La crisis de legitimidad que agita el gobierno de extrema izquierda en el Palacio de Miraflores ha alcanzado su punto máximo con el fraude electoral, repudiado por la mayoría de las democracias a nivel global, especialmente la presidida por Abinader debido a su postura crítica.
Incluso el decomiso del avión perteneciente a Maduro, en el contexto de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos al régimen “bolivariano”, es una medida menor comparada con el castigo de funcionarios que falsamente respaldaron la reelección del dictador.
Por lo tanto, la verdadera razón detrás del lenguaje ofensivo utilizado por Maduro contra el presidente dominicano radica en la valentía de Abinader al denunciar el régimen autoritario en Venezuela, destacando la corrupción y brutalidad en un país con un pasado histórico tan relevante como el de Juan Pablo Duarte, el padre de la nacionalidad dominicana.
Anteriormente, tanto Leonel Fernández como Danilo Medina, predecesores de Abinader, no criticaron la tiranía de Hugo Chávez ni de Maduro, actuando como aliados que justificaban la creciente dictadura por beneficios económicos. Abinader ha roto con esta tendencia antidemocrática, denunciando las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y el declive de las instituciones democráticas que han provocado un éxodo masivo de ciudadanos.
La posición de Maduro y sus aliados, incluyendo a Cuba, Nicaragua, Rusia, Irán y China, se ve amenazada por la diplomacia fortalecida entre República Dominicana y Estados Unidos en términos democráticos y económicos.
El flagrante fraude electoral que mantiene a Maduro en el poder a pesar de la voluntad popular a favor de González Urrutia, exiliado actualmente, sitúa al líder venezolano en el linaje de los peores dictadores de la historia del país, equiparándolo con figuras como Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, así como otros sátrapas de la región.
Ante esta situación, Abinader merece el respaldo total de la nación frente a las acciones de Maduro.