El respaldo económico en las campañas presidenciales
Los eventos públicos, las concentraciones masivas o las visitas estratégicas para atraer a votantes indecisos son aspectos fundamentales en las carreras hacia la presidencia de EE. UU. Sin embargo, una de las fases más costosas de esta competencia es aquella en la que los políticos reciben ayuda financiera de los “súper donantes”, individuos de gran riqueza en Estados Unidos.
Algunos de estos magnates realizan contribuciones públicas, como el caso de Elon Musk, quien ha llegado al extremo de ofrecer premios diarios de un millón de dólares a votantes en estados clave; mientras otras fortunas, como la de Bill Gates, utilizan organizaciones opacas que mantienen en secreto la identidad de los donantes para manifestar su respaldo mediante cheques.
La batalla por la obtención de fondos
A pesar de haber empezado más tarde, la campaña de Kamala Harris ha dado a los demócratas una ventaja significativa en la recaudación de fondos, superando en casi tres veces la cantidad recaudada por su oponente, Donald Trump.
Hasta el 16 de octubre, el comité de campaña de Joe Biden, ahora bajo el liderazgo de Harris, había recaudado 997,2 millones de dólares, mientras que el comité de campaña de Trump había alcanzado los 388 millones según la Comisión Federal Electoral.
A pesar de esto, Trump ha logrado más donaciones externas, con un total de 613,7 millones de dólares, en comparación con los 474 millones obtenidos por Harris, según Open Secrets, un grupo de investigación gubernamental dedicado a la transparencia en las donaciones a las campañas.
Detrás de Trump y sus financiadores
Aunque la mayoría de los “súper donantes” son reconocidos en la lista de las personas más adineradas de Forbes, no todos son figuras públicamente conocidas. Por ejemplo, el mayor donante público, el empresario Timothy Mellon, realizó una donación de 172 millones de dólares a la campaña republicana.
En este ciclo, Mellon es el mayor contribuyente público en favor de Trump, descendiente de una prominente familia bancaria y financiera de Estados Unidos.
En cuanto a la segunda mayor donante, hasta menos de dos semanas antes de las elecciones (5 de noviembre), la doctora Miriam Adelson destacaba al haber donado 134,8 millones de dólares a la campaña de Trump, contribuyendo a diversos fondos y al súper comité de acción política (PAC) Preserve America.
A pesar de los esfuerzos de Adelson, quien ha reunido varios millones de dólares para su súper PAC en las últimas semanas, sus aportaciones aún no alcanzan las expectativas de Trump, quien esperaba una donación de 250 millones de dólares por parte de la magnate.
La participación de Musk, considerado el hombre más rico del mundo, también ha sido objeto de interés. Aunque ha mostrado su apoyo a Trump en ciertos escenarios, su contribución pública en estas elecciones se sitúa en 76,3 millones de dólares, colocándolo en la sexta posición de los mayores donantes.
El respaldo financiero hacia Harris
En el octavo puesto de los principales donantes individuales, y como el primer contribuyente demócrata público, se encuentra Michael Bloomberg, quien ha donado 43,7 millones de dólares a la campaña de Harris. El exalcalde de Nueva York y ex candidato demócrata a las primarias presidenciales habría donado alrededor de 50 millones de dólares después de conversar con Bill Gates.
El cofundador de Microsoft respaldó a Harris con una donación secreta de 50 millones de dólares, contribuyendo al fondo sin fines de lucro de Future Forward, el cual, al ser una organización de “dinero oscuro”, mantiene en secreto la identidad de sus patrocinadores.
La pareja padre-hijo George y Alex Soros, reconocidos por ser importantes donantes en cada ciclo electoral estadounidense, decidieron apoyar a Harris tras la retirada de Joe Biden de la competencia presidencial.
El Fondo para la Reforma Política, mayoritariamente financiado por Soros, destinó 60 millones de dólares al súper PAC Project Democracy, que respalda a Harris en su camino hacia la presidencia.