pn y empresarios rechazan controversia en zona de villas agrícolas

El coronel Ramón Aquino, líder del departamento policial C7, ha asegurado que la situación de desorden en Villas Agrícolas ya es cosa del pasado. Se ha mostrado sorprendido por las acusaciones sobre la presencia de lugares de entretenimiento nocturno y de instalaciones de música en autos que perturban a la comunidad, y ha expresado extrañeza por la circulación de imágenes polémicas que, según él, son antiguas.

En respuesta a las insinuaciones de complicidad entre la policía y los comerciantes locales, el coronel Aquino ha afirmado que “los hechos hablan por sí solos. Estos asuntos están bajo control y son verificables”.

Ha enfatizado que los videos y fotos que muestran aglomeraciones en fiestas callejeras y altavoces en plena vía son antiguos, y en defensa de su gestión, ha asegurado que durante los cinco meses que ha estado a cargo de la zona, jamás ha ocurrido tal situación. ¡Nunca!

Además: Jesús Castro comenta sobre la declaración jurada: “Los servidores públicos tienen la obligación de mostrar transparencia”.

Los testimonios de los acusados

Los propietarios de negocios en la calle Moca, reconocida como el epicentro del bullicio, han dado su versión de los hechos al visitar este medio y han rechazado cualquier responsabilidad en los ruidos que afectan a los residentes de la zona. Su argumento principal es que operan conforme a las regulaciones establecidas. Consideran las denuncias como parte de un interés malicioso en perjudicarlos.

Juan de Dios Agramonte, dueño de Wader Music, asegura que su negocio no genera ningún tipo de inconveniente, ya que los clientes estacionan sus vehículos, los recogen cuando están listos y se marchan de inmediato.

Le resulta incomprensible la afirmación de que su local es un punto de reunión para fumadores de hookah y consumidores de sustancias ilegales, como drogas. Al igual que el coronel Aquino, rechaza categóricamente las acusaciones de complicidad con la policía.

Señala que abre a las 8:00 de la mañana y cierra a la misma hora de la noche. “No utilizo estacionamientos ajenos. Cumplimos con las normativas y las autoridades lo saben”, asegura.

Naurys Estévez, propietaria de Over Loumg, afirma que respetan las normativas y que únicamente en época de carnaval la gente sale en gran número a celebrar, siempre con las aprobaciones legales correspondientes. Sin embargo, este año ni siquiera ha habido dicha celebración.

Considera ilógico incurrir en conductas indebidas cuando se están realizando operativos sorpresa contra la contaminación acústica y la violación de los horarios para la venta de alcohol.

En relación a su horario laboral en el “drink con dos mesas de billar”, explica que comienza a las 2:00 de la tarde y finaliza entre las 11:30 y 11:45 de la noche, una información que puede ser corroborada por los vecinos.

Destaca que ocasionalmente, cantantes urbanos o reguetoneros visitan el área para grabar videos o simplemente pasear en sus lujosos vehículos, sin que sus seguidores interfieran en los negocios locales, por lo que rechaza cualquier responsabilidad hacia ellos.

Asimismo, los comerciantes niegan la entrada de menores de edad y solicitan que se les permita continuar con su trabajo honesto para sostener a sus familias y proporcionar empleo a otros individuos.

“Es importante aclarar que no cometemos las acciones que se nos han atribuido”, concluye Emmanuel Ortiz, empleado de Wader Music, resaltando sus años de ejercicio intachable en la instalación de sistemas de audio para automóviles.