Desde Caracas, Nicolás Maduro exige a Estados Unidos cesar su intervención en Venezuela, en referencia a las aseveraciones de Washington sobre la victoria electoral de la oposición
El mandatario venezolano Nicolás Maduro pidió de manera firme a Estados Unidos retirar su injerencia en los asuntos internos de Venezuela. Esta solicitud viene tras las declaraciones del Gobierno estadounidense que apuntan a Edmundo González Urrutia, candidato de la principal corriente opositora, como el legítimo ganador de las recientes elecciones presidenciales, contradiciendo así los resultados oficiales que proclamaron a Maduro como el triunfador.
Maduro, en una transmisión a través del medio gubernamental VTV, declaró: “La nación soberana de Venezuela es la única que tiene derecho a decidir su futuro sin interferencias externas. Nosotros escogemos, determinamos, y somos los únicos que decidimos nuestro camino”.
Por su parte, Antony Blinken, el Secretario de Estado de EE.UU., distribuyó un comunicado insistiendo en que, basándose en un conjunto significativo de pruebas, es González Urrutia quien debería considerarse el verdadero vencedor de los comicios venezolanos del 28 de julio.
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En contraparte, Maduro argumentó: “Aún estamos en proceso de culminar oficialmente los procedimientos electorales en conformidad con nuestras leyes y constitución, y Estados Unidos alega poseer documentación y evidencias que respaldan sus afirmaciones”.
También acusó a los sistemas electorales del país de ser víctimas de “un ataque sin precedentes” con la intención de “obstaculizar la divulgación de los resultados electorales”. Por esta razón, presentó una solicitud ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano para esclarecer cualquier duda pendiente sobre los resultados electorales.
El TSJ, por su parte, validó la petición y anunció la apertura de una investigación exhaustiva para “convalidar, sin restricción alguna, los resultados de las elecciones”, convocando a los 10 candidatos a presentarse el próximo 2 de agosto.
Encuentro al horizonte entre el oficialismo y la oposición en Venezuela
Maduro manifestó su expectativa de que todos los convocados asistan, haciendo énfasis en González Urrutia: “Espero que este caballero demuestre la fortaleza moral necesaria para sustentar sus posturas políticas y se presente ante la obligatoria convocatoria del TSJ para confrontarnos directamente”.
Adicionalmente, dialogando con la presidenta del Supremo y líder de la Sala Electoral, Caryslia Rodríguez –quien se identifica abiertamente con el chavismo–, Maduro afirmó que el gobierno está listo para presentar la totalidad de las actas electorales, “sin excepción”.
La coalición opositora mayoritaria, representada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sostiene tener en su poder más del 80% de las actas, gracias al esfuerzo de sus observadores y colaboradores en las mesas electorales, documentos que, según ellos, confirman a su candidato como ganador.
A su vez, el Consejo Nacional Electoral (CNE), luego de su primer anuncio, ha guardado silencio sin emitir más información, y hasta ha cancelado dos conferencias programadas, a pesar de que ya se ha superado el plazo legal para la totalización y divulgación de los datos electorales.
Este silencio institucional se ha visto agravado por la inaccessibilidad a la página web del CNE, añadiendo más incertidumbre al contexto electoral venezolano.
Este escenario subraya la tensa relación entre Venezuela y Estados Unidos, evidenciando una vez más las complejas dinámicas políticas que afectan no solo a la administración de Maduro sino también al equilibrio de poderes y la lucha por la legitimidad dentro del país. La comunidad internacional mantiene su atención sobre Venezuela, esperando desenlaces que conduzcan a un fortalecimiento de la democracia y el respeto por la soberanía nacional.