El jueves, un panel de jueces de apelación en Nueva York desestimó la petición del exmandatario y aspirante republicano Donald Trump para anular una restricción que le impedía emitir declaraciones públicas, ligada a sanciones pecuniarias en su proceso criminal neoyorquino.
“Los argumentos adicionales presentados por el apelante han sido examinados y determinados como carentes de fundamento”, señaló el panel de apelación en su fallo. En mayo, Trump se distinguió por ser el primer ex presidente estadounidense en recibir una condena en un proceso criminal, específicamente por 34 acusaciones de delitos serios vinculados a la falsificación de documentos empresariales, todo esto en relación con un pago a una actriz de cine para adultos para salvaguardar su campaña a la presidencia en 2016.
La condena de Trump, que estaba inicialmente programada para julio, fue retrasada hasta el 18 de septiembre, permitiendo al juez a cargo del caso analizar si una decisión reciente de la Corte Suprema de los Estados Unidos podría tener implicaciones en su sentencia.
A Trump (2017-2021) se le aplicó desde marzo una “orden de restricción” que le prohibe realizar declaraciones públicas sobre los miembros del jurado, testigos, el personal de la corte y los fiscales del caso, excepto por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg.
En el transcurso del juicio, el juez que lidera el caso, Juan Manuel Merchan, encontró a Trump en desacato al tribunal por incumplir la orden de silencio en diez ocasiones, resultando en multas e incluso amenazas de encarcelamiento ante una reincidencia.
Sin embargo, en junio, Merchan decidió remover parcialmente la “orden de restricción” relacionada con los miembros del jurado y testigos, aunque mantuvo firme la prohibición sobre declaraciones concernientes al personal de la corte, los fiscales y sus familiares.
La vicepresidenta Kamala Harris, quien se perfila como la posible contendiente demócrata en las elecciones de noviembre, ha aprovechado el notorio caso criminal de Trump en su beneficio de campaña, posicionándose como una ex fiscal que se enfrenta a un “criminal convicto”.
Este específico rechazo a las solicitudes de Trump subraya la complejidad y la tensión inherente al caso, sin mencionar su impacto potencial en la política nacional. El hecho de que las decisiones judiciales continúen limitando las acciones de Trump resalta no solo las implicaciones legales para él sino también las posibles repercusiones políticas a medida que se acercan las elecciones.
El caso de Trump continua generando opiniones divididas a lo largo del país, sirviendo como un recordatorio del poder del sistema judicial y su capacidad para influir en la carrera y la reputación de figuras públicas prominentes.