El renombrado arquitecto César Iván Feris Iglesias nos dejó el día de ayer. Las circunstancias detrás de su deceso aún están por determinarse, al igual que los detalles acerca de sus servicios funerarios y su lugar de descanso final.
Originario de San Pedro de Macorís, nació el 30 de abril de 1940, siendo el tercero de los hijos de Ricardo Feris Elmúdesi y Josefina Amalia Iglesias Armenteros.
Contrajo matrimonio con Ingrid Margarita Paiewonsky Marchena, fruto de esta unión nacieron tres hijos: Rosalía, Ricardo Alberto y César Iván.
Además de desempeñarse como director de Patrimonio Monumental, Feris Iglesias fue una voz autorizada en el periódico El Día, en donde, en colaboración con César Langa Ferreira y María Cristina Carías, compartió sus conocimientos en la sección Monumentos de la Colonia.
Como miembro destacado de la segunda generación de arquitectos dominicanos tras graduarse en la Universidad de Santo Domingo en 1966, Feris Iglesias elevó el estándar de la arquitectura en la República Dominicana.
Un legado de cultura y educación
Tras su graduación en Santo Domingo, amplió sus horizontes educativos en Italia, consiguiendo un doctorado en arquitectura por la Universidad de los Estudios de Roma.
Su dedicación a la conservación del patrimonio y la cultura lo distinguió en su campo, combinando su trabajo en arquitectura y diseño de interiores con una pasión por enseñar y proteger los bienes culturales a lo largo de cuatro décadas.
Su compromiso con la educación lo llevó a impartir clases y participar en seminarios internacionales enfocados en la protección de monumentos y la preservación de centros históricos.
Como crítico de arte y un investigador incansable, aportó en proyectos de restauración y en la conservación de valiosos monumentos históricos, destacando su participación activa en la salvaguarda del Palacete de Palavé, una joya arquitectónica del siglo XVI en Santo Domingo.
El legado de César Iván Feris Iglesias se extiende mucho más allá de sus obras arquitectónicas; a través de su enseñanza y sus esfuerzos por preservar el patrimonio cultural, ha dejado una huella imborrable en la protección de la historia y la cultura dominicanas.