Con profunda tristeza, Radhamés Melo, marido de Génesis Lugo y progenitor de su pequeña hija de cinco años, ambas víctimas de una caída fatal desde la cuarta planta de su vivienda en el Residencial Luis Iván V en Villa Mella, barrio Marañón, reveló que había estado sufriendo de insomnio durante las últimas tres semanas por “temor ante los hechos recientes”.
Radhamés Melo compartió que Génesis Lugo atravesaba una severa fase de depresión, agravada por el abuso sexual del que era acusada una pariente cercana hacia su hija de cinco años, hecho que estaba siendo procesado legalmente, y la creciente presión de los abuelos de la niña para que las acusaciones fueran retiradas.
Melo detalló que la razón de sus noches en vela era la necesidad de velar por el bienestar de Lugo, despertándose antes que ella y acostándose después. “Ese día en el hospital, me sugirieron comprarle una pastilla para dormir. Fui y se la traje, pero se negó a tomarla”, explicó.
El recordó cómo solía acostar a su hija cada noche y, a pesar de su costumbre de retirarse a otro cuarto debido al inquieto sueño de la menor, algo le impulsó a cambiar su rutina esa noche: “Sentí un mal presentimiento y decidí llevarme a mi hija conmigo, asegurando la puerta con un gavetero para despertar ante cualquier intrusión”.
Entre lágrimas, Melo narró cómo, en una mañana marcada por la angustia, Génesis Lugo, sin mediar palabra, indicó con señas a su hija a las 5:00 AM que era momento de irse. “Mi hija me dijo: ‘Papá, voy con mamá’, se despidió y me besó. Así fue nuestra despedida”, relató con el corazón roto.
La repentina partida de Génesis y su hija ha dejado un vacío imborrable.
Respecto al último adiós a Génesis Lugo y su hija, periodistas del diario Hoy descubrieron que no se realizaría en la Funeraria Municipal de Cristo Rey como se había previsto. La atmósfera en el vecindario era de una calma poco natural, y los residentes, sorprendentemente nuevos en el área, no tenían familiaridad con Lugo ni su hija.
La ausencia de Génesis y su pequeña ha dejado una marca no solo física sino también en la memoria colectiva del barrio, borrando casi completamente su existencia.