Epidemia de Oropouche afecta a más de 8000 personas en región de América del Sur y el Caribe
Alerta epidemiológica en América del Sur y el Caribe
En los últimos períodos se han reportado alrededor de 8000 casos del virus Oropouche en diversas zonas de países sudamericanos y caribeños como Bolivia, Perú, Colombia, Brasil y Cuba, sin registros previos de esta enfermedad, lo que llevó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a emitir en julio de 2024 una advertencia epidemiológica.
Ampliando el texto sobre la alerta, se destaca la importancia de la prevención y el monitoreo constante para evitar la propagación continua de la enfermedad.
Situación en Cuba
Cuba ha identificado 506 casos de fiebre de Oropouche desde que se confirmó el primer paciente con el virus a finales de mayo pasado, según comunicó recientemente el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Además, se señala la atención médica brindada a los afectados y las medidas de contención adoptadas para frenar la expansión del virus en la región.
Características de la enfermedad
El virus Oropouche, transmitido por la picadura de mosquitos, ha impactado en las 15 provincias cubanas. A pesar de la situación, no se han registrado casos de gravedad ni fallecimientos, siendo clave el tratamiento temprano y la atención domiciliaria para la recuperación de los pacientes.
Además, se destaca la importancia de la detección precoz y el seguimiento constante de los síntomas para un manejo efectivo de la enfermedad.
Contexto epidemiológico complejo
El Ministerio de Salud calificó la situación epidemiológica como desafiante debido a la coexistencia de múltiples patógenos, incluyendo la influenza y el dengue, lo que requiere estrategias integrales de prevención y control.
Se resalta la importancia de la vigilancia epidemiológica y la colaboración internacional para abordar eficazmente esta crisis de salud pública.
Impacto en la región y riesgos asociados
La OPS ha catalogado el nivel de riesgo en la región como elevado, considerando la escasez de información sobre esta enfermedad descubierta originalmente en 1955 en Trinidad y Tobago y su expansión a zonas no endémicas, así como los casos de transmisión vertical y sus implicaciones en la salud materno-infantil.
Asimismo, se destaca la necesidad urgente de investigaciones y medidas preventivas para mitigar los efectos de la epidemia en la población afectada.
Enfoque en la prevención y la respuesta sanitaria
Ante la complejidad de la situación, se hace hincapié en fortalecer los sistemas de salud locales y regionales, así como en promover la conciencia pública sobre las medidas preventivas y los recursos disponibles para enfrentar la epidemia de manera efectiva.
La cooperación interinstitucional y la colaboración entre países son fundamentales para garantizar una respuesta coordinada y eficaz frente a esta emergencia de salud.