Retos y sucesos en la labor periodística en Haití
En la nación haitiana, los profesionales de la comunicación y los medios de comunicación continúan enfrentando amenazas y agresiones, aunque en los últimos meses no se han registrado asesinatos de reporteros como en años anteriores, según el más reciente reporte de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), aún por ser ratificado.
En un contexto donde la violencia prevalece y cobra miles de vidas cada año, los periodistas realizan su labor con escasas medidas de protección. Para resguardarse de las bandas criminales que controlan amplias zonas de Puerto Príncipe y otros sectores de Haití, es vital que evalúen meticulosamente la seguridad de cada lugar, tal como indica la SIP, cuya 80° asamblea anual se celebra en Córdoba, Argentina, desde este jueves hasta el domingo.
Aunque no hubo homicidios de informadores, el pasado 25 de marzo el reportero deportivo Nerval Pierre Viliat perdió la vida a causa de las heridas recibidas al ser alcanzado por una bala perdida durante un tiroteo entre agentes policiales y miembros de pandillas en el sector capitalino de Delmas 19.
En medio del miedo y el estrés que predominan entre los comunicadores, la SIP señala que la salud mental de los periodistas es un motivo de creciente preocupación, enfatizando que, a pesar de los desafíos y los riesgos, la prensa continúa desempeñando su labor de informar.
Además de la inseguridad y la inestabilidad política, aspectos como la caótica infraestructura, las deficientes redes de comunicación, el transporte y los servicios de salud, generan condiciones laborales complicadas para los informadores en Haití.
En mayo último, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su inquietud por la delicada situación de los periodistas en Haití, país que enfrenta grandes desafíos en cuanto a la libertad de prensa en el hemisferio. Instó a implementar “mecanismos de apoyo” para que los comunicadores puedan llevar a cabo su labor de manera segura y libre.
Se solicitó al Consejo Presidencial de Transición, instaurado el 25 de abril pasado, así como a los miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), restablecer el orden democrático y frenar la violencia en la nación. En junio, se inició el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, liderada por la ONU y con la autorización de Naciones Unidas.
De acuerdo con cifras de la ONU, en 2023, la violencia en Haití provocó alrededor de 8,000 víctimas entre fallecidos y heridos, y en tan solo el primer semestre de este año, las víctimas sumaban unas 3,900.
En lo referente al ejercicio periodístico, en 2023 perdieron la vida tres periodistas (Paul Jean Marie, Ricot Jean y Dumesky Kersaint), y un año anterior, en medio del “ataque más feroz contra la prensa”, nueve comunicadores fueron asesinados (Francklin Tamar, Fritz Dorilas, Romelo Vilsaint, Wilguens Louissaint, Garry Tess, Frantzsen Charles, Tayson Lartigue, Maxihen Lazarre y Amady John Wesley), tal como rememora la SIP. EFE
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Impacto de la inseguridad en la labor periodística en Haití
La labor periodística en Haití se ve fuertemente afectada por la constante amenaza y los recurrentes incidentes violentos que persisten en el país. Aunque en los últimos tiempos no se han reportado asesinatos de periodistas como en años anteriores, según el más reciente informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los comunicadores y los medios siguen enfrentando riesgos inminentes.
En un entorno marcado por la violencia y el elevado número de víctimas anuales, los reporteros se ven obligados a trabajar con medidas de seguridad mínimas. La evaluación constante de la seguridad en las zonas controladas por bandas criminales en Puerto Príncipe y otras regiones de Haití es fundamental para protegerse, según señala la SIP, que actualmente celebra su 80 asamblea anual en Córdoba, Argentina.
Aunque no se han registrado homicidios de periodistas recientemente, el trágico suceso ocurrido el 25 de marzo, donde el periodista deportivo Nerval Pierre Viliat perdió la vida tras ser impactado por una bala perdida durante un tiroteo, pone de manifiesto los peligros a los que se enfrentan los comunicadores en el país.
El temor y el estrés son emociones predominantes entre los periodistas en Haití, mientras que la preocupación por la salud mental de estos profesionales va en aumento, según indica la SIP. A pesar de las dificultades y los riesgos inherentes a su labor, los medios de comunicación siguen cumpliendo con su deber de informar.
Además de los problemas de seguridad y la inestabilidad política, otros factores como la infraestructura caótica, las redes de comunicación deficientes, el precario sistema de transporte y los servicios de salud limitados, complican aún más el trabajo de los periodistas en el país.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por la grave situación de los periodistas en Haití, instando a implementar medidas de apoyo para garantizar su seguridad y libertad en el ejercicio de su labor.
Se hizo un llamado al Consejo Presidencial de Transición y a los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para restablecer el orden democrático y combatir la violencia en Haití. La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, con el respaldo de la ONU, ha comenzado a operar en el país con el propósito de mejorar la situación de seguridad.
Según datos de la ONU, la violencia en Haití ha causado una cantidad significativa de muertes y heridos en los últimos años, lo cual refleja la urgente necesidad de abordar este grave problema en el país.
La pérdida de vidas de periodistas en situaciones de violencia es una realidad lamentable en Haití, lo cual resalta la urgencia de proteger a estos profesionales en el ejercicio de su labor informativa en un entorno tan peligroso.
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