Impactante revelación de camaleón sobre cambio en señalización urbana
Se plantea la posibilidad de que, además de un acto de sabotaje que causó caos en la ciudad al detener repentinamente las señales luminosas de tránsito, el Estado de República Dominicana haya sido objeto de un fraude por una suma millonaria vinculado a un entramado corrupto con tintes propios del cine. Un contrato señalado por la fiscalía como fraudulento habría resultado sumamente perjudicial para el país en lugar de ofrecer una solución a los serios problemas de circulación vial. La confianza del Gobierno en entidades aparentemente confiables habría sido traicionada con consecuencias graves que obligan al sistema judicial a exigir responsabilidades a presuntos responsables de corrupción que podrían haber cometido una grave irregularidad al omitir procedimientos de control de fraudes por parte de las propias autoridades, o al haberse comprometido de manera oficial sin una evaluación previa y certificación de la calidad moral y técnica de los proveedores antes de agosto del 2020.
Es crucial que se continúe investigando a fondo estos acontecimientos y que, en caso de ser necesario, se lleve a los tribunales a quienes sean formalmente acusados, respetando en todo momento el principio de presunción de inocencia y garantizando su derecho a una defensa legítima. Es fundamental que este proceso no genere más desilusión en la lucha contra la corrupción.
La Dirección General de Contrataciones Públicas como garante de la transparencia
Casi en el último momento, la Dirección General de Contrataciones Públicas, bajo una nueva estructura más eficiente, habría descubierto la verdadera naturaleza de los hechos. Es esencial que las indagaciones lleguen hasta el final y que cualquier posible enjuiciamiento se realice dentro de los límites del respeto a la presunción de inocencia, permitiendo a los acusados ejercer su derecho a una defensa adecuada. Todo esto con el objetivo de no socavar los esfuerzos en la lucha contra la corrupción.