Simone Biles se une al selecto círculo de Latynina y Caslavska en los Juegos Olímpicos

Simone Biles se coronó nuevamente con el oro en la competencia general individual en los Juegos Olímpicos de París, logrando su segunda victoria en este ámbito desde su triunfo en Río 2016, uniéndose al prestigioso grupo de Larysa Latynina y Vera Caslavska, quienes hasta la fecha eran las únicas gimnastas con dos títulos olímpicos.

Este logro se suma a una trayectoria ya de por sí impresionante, especialmente en el Estadio de Bercy, donde Biles suma ya dos oros y tiene posibilidades de obtener hasta cinco.

Con un total de 59,131 puntos, Biles superó por 1,199 puntos a Rebeca Andrade de Brasil, quien obtuvo 57,932 puntos, asegurando nuevamente el segundo puesto, como ya lo hiciera en Tokio 2020. Sunisa Lee, compatriota de Biles y campeona en Tokio, se quedó con el bronce tras alcanzar 54,465 puntos.

La impresionante hazaña de Biles solo aumenta el valor de las medallas obtenidas por sus competidoras, especialmente de Andrade, quien estuvo cerca de ganar el oro durante la competencia. Competir en el mismo evento que una pionera de la gimnasia como Biles podría considerarse un logro destacado en sí mismo.

Después de contribuir significativamente al triunfo por equipos de Estados Unidos, Biles enfrentó un desafío en las barras asimétricas debido a un error, el cual logró compensar gracias a su destacada ejecución en los últimos aparatos.

Andrade desafió a Biles con un ejecución casi perfecta del Cheng, alcanzando 15,100 puntos gracias a un grado de dificultad de 5,6 y una ejecución de 9,5. No hubo desplazamiento alguno en el aterrizaje.

Contra todo pronóstico, Biles logró superar esta puntuación. Aunque su Yurchenko doble pike (Biles II) no fue tan preciso en el aterrizaje porque dio un paso hacia atrás, el valor de dificultad de 6,400 la impulsó hasta obtener 15,766 puntos con una ejecución de 9,366.

Tras este primer aparato, Biles ya lideraba, seguida por Andrade a 0,666 puntos, por Ellie Black de Canadá a 1,700 puntos, quien mostró unas asimétricas excepcionales, y por la joven argelina Kayla Nemour a 1,733 puntos, en su primera gran final olímpica a los 17 años.

Las asimétricas alteraron los pronósticos iniciales. Mientras que Andrade realizó un ejercicio sólido de 14,666, el mejor de sus tres intentos en París, Biles tuvo una pérdida de concentración transitoria que afectó su desempeño, aunque una finalización perfecta salvó su puntuación, terminando con 13,733.

Nemour subió en la clasificación gracias a su rutina en las asimétricas, la más compleja vista hasta el momento con una dificultad de 7,2. A pesar de un error significativo, superó a Biles, quien no ha logrado una medalla olímpica en esta disciplina.

Luego de los desafíos en las asimétricas, Andrade lideraba a mitad del concurso, con Biles en una posición no habitual para ella, tercer lugar. La barra de equilibrio fue una oportunidad para Biles de corregir su rumbo, y así lo hizo, sobresaliendo especialmente en la salida.

Nemour desafió su puntuación, resultando en un ajuste que la movió una posición en la clasificación, por debajo de la italiana Alice D’Amato.

El desenlace de la competición se sellaría en el ejercicio de suelo, donde Sunisa Lee aseguró su lugar en el podio. Andrade tuvo una ejecución casi perfecta, posicionándose como líder temporalmente, solo para ser superada por Biles, quien demostró por qué es considerada la mejor al llevar a cabo rutinas de extrema dificultad como si fueran simples.

Biles se convierte en la tercera gimnasta en la historia en obtener un segundo título en el concurso general individual, junto a Latynina y Caslavska, pero distinguiéndose por lograrlo en Juegos no consecutivos, después de haberse retirado temporalmente durante Tokio 2020 por cuestiones de salud mental.

A pesar del indiscutible talento de Nadia Comaneci, quien obtuvo oro en 1976 pero solo llegó a la plata en 1980, Biles demostró ser una leyenda viviente de la gimnasia. Incluso Comaneci estaba presente para presenciar la victoria de Biles, en compañía del presidente del COI, Thomas Bach.

Biles continúa la impresionante racha de victorias estadounidenses en esta competencia, manteniéndolo desde 2004.

Alice D’Amato finalizó en cuarto lugar, y Neymour, a pesar de su descontento, en quinto.

Flavia Saraiva, otra brasileña en la final, mereció reconocimiento por su valentía al competir con una ceja lesionada, acabando en novena posición a pesar de la adversidad.

La gimnasia artística se tomará un breve descanso antes de reanudar con las finales por aparatos, donde Biles tendrá oportunidades de sumar más medallas a su colección.

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