Riesgos de irse a la cama con el cabello mojado
En las noches calurosas, la ducha puede resultar refrescante, pero es importante evitar acostarse con el pelo mojado. ¿Por qué? No solo el cabello puede dañarse, también el cuero cabelludo y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
Según la doctora Trinidad Montero del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología, dormir con el cabello húmedo puede tener repercusiones para la salud y ofrece recomendaciones para prevenirlas.
La humedad en la cutícula del cabello, al acostarse con él mojado, puede hacer que se vuelva más susceptible a daños ambientales, microorganismos y alteraciones en la regulación de la temperatura corporal.
Vulnerabilidad del cabello
Al verse comprometida esta protección natural, las fibras capilares se debilitan y se vuelven más propensas a daños externos, microorganismos y alteraciones en la temperatura corporal.
La falta de hidratación y protección de la cutícula puede provocar que el cabello pierda brillo, se debilite y se vuelva quebradizo, lo que influye negativamente en su apariencia estética.
Peligro de infecciones
Dormir con el cabello mojado incrementa la posibilidad de contraer infecciones, ya que la humedad ambiental favorece el desarrollo de microorganismos como el hongo malassezia, que puede causar irritación y descamación del cuero cabelludo.
Además, la presencia de bacterias como staphylococcus aureus, favorecida por la humedad, puede causar infecciones en el cuero cabelludo.
Asimismo, la humedad y la proliferación de microorganismos pueden desencadenar malos olores en el cuero cabelludo y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias debido al ambiente húmedo.
Recomendaciones para evitar riesgos
La doctora Montero aconseja secar completamente el cabello antes de irse a dormir para prevenir daños y molestias al despertar, ya que el cabello húmedo es más frágil y propenso a romperse.
Además, dormir con el cabello húmedo puede provocar enredos y puntas abiertas, lo que aumenta la probabilidad de rotura del cabello durante el peinado.
Para proteger la salud capilar, se recomienda utilizar una toalla de microfibra para absorber el exceso de agua sin dañar la cutícula, y permitir que el cabello se seque al aire o utilizar un secador a baja o media potencia para prevenir el deterioro por calor.