Desafíos y expectativas
Tras seis semanas desde su arribo a Haití, la presión sobre los efectivos de la policía de Kenia se intensifica para cumplir su compromiso de colaborar en el control de las organizaciones criminales del país caribeño.
Al llegar a Puerto Príncipe el 25 de junio, los 200 agentes de la policía keniana desembarcaron con determinación, listos para enfrentar la situación de manera conjunta con la Policía Nacional de Haití.
El impacto de la presencia keniana se esperaba con ansias para contrarrestar el dominio de las bandas en los barrios de la capital y otros sectores del país. Sin embargo, las expectativas aún no se han cumplido del todo.
La lucha contra los grupos delictivos ha resultado más compleja de lo esperado, generando dudas en la población sobre la efectividad de la intervención policial extranjera.
Por otro lado, las críticas hacia los agentes kenianos no se han hecho esperar, reflejando la preocupación de la sociedad haitiana por la persistencia de la violencia y la inseguridad en el país.
Reacciones y resultados
Los desafíos han sido evidentes desde el inicio de la misión, con el primer enfrentamiento armado el 30 de julio, que dejó a un policía keniano herido en Puerto Príncipe.
A pesar de los contratiempos, las autoridades locales y kenianas han reportado avances en la lucha contra las bandas criminales, con operativos que han resultado en la neutralización de más de 100 delincuentes en zonas clave de Haití.
Las críticas persisten ante la percepción de ineficacia y falta de coordinación entre las fuerzas de seguridad, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la estrategia adoptada.
La situación se complica con incidentes como el ocurrido en el Hospital General de Puerto Príncipe, que ha sembrado dudas sobre el control real de ciertas áreas por parte de las fuerzas policiales.
A pesar de las dificultades, las autoridades haitianas reconocen la importancia del apoyo recibido, aunque instan a una mayor celeridad en las acciones para restaurar la calma en el país.