En una jornada sofocante de agosto, corresponsales del diario Hoy arribaron a la Funeraria Municipal de Cristo Rey, anticipando cubrir el adiós a Génesis Lugo y su pequeña, quienes perdieron la vida al caer de un cuarto piso del Residencial Luis Iván V en Villa Mella, específicamente en Marañón. No obstante, se toparon con una tranquilidad perturbadora.
Empleados de la funeraria revelaron que Radhamés Melo, progenitor de la menor y marido de la fallecida, optó por trasladar los cuerpos desde el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) directamente a su hogar.
Caminando hacia la zona residencial, se observaba una paz inusual, con los vecinos dentro de sus casas y escasas personas en las calles, quienes se mostraban reacios a dialogar.
Una vecina comentó al periódico Hoy que apenas llevaba seis meses viviendo en el área y no tuvo la oportunidad de conocer a Lugo, dado que esta última rara vez salía de su hogar.
Además, el propietario de un colmado cercano al inmueble donde residía la familia indicó que su llegada al barrio también era reciente, datando de hace solo quince días, y por ende, desconocía los acontecimientos recientes.
Al dirigirse a otra agencia funeraria en las cercanías, se les informó que el servicio fúnebre tendría lugar en la Funeraria Municipal de Cristo Rey.
La ausencia de Génesis y su hija se sentía no solo físicamente, sino que parecía haberse borrado cualquier rastro de su existencia en la comunidad.
Los establecimientos funerarios, que debían haber acogido sus despedidas, se encontraban desolados, sin indicios de luto como velas o flores.
Reflexiones sobre una tragedia inesperada
Se investiga el trágico fallecimiento de Génesis Lugo, de 25 años, y su hija de cinco, como un potencial suicidio, según declaraciones del procurador fiscal titular de Santo Domingo Este y Norte, Milcíades Guzmán Leonardo.
Guzmán Leonardo detalló que Lugo estaba atravesando una profunda depresión, exacerbada recientemente por un abuso sexual cometido hacia su hija por una hermana de crianza, sumado a un robo violento del que fue víctima.
Resaltó que la sospechosa del abuso se encuentra en prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres.
Este suceso pone en relieve la vulnerabilidad y los complejos desafíos psicológicos que pueden llevar a decisiones extremas en momentos de desesperación. La comunidad debe estar consciente de las señales de advertencia y buscar ofrecer un apoyo integral a aquellos en crisis.
La reflexión sobre cómo eventos adversos en la vida de una persona pueden acumularse llevándola a límites inimaginables urge en la sociedad. Este caso subraya la importancia de la atención en la salud mental y el apoyo comunitario como pilares para prevenir tragedias similares.