La condición sanitaria en San Pedro de Macorís ha sido descrita como agónica por un ex líder del Colegio Médico Dominicano en esta zona, quien apunta que los niveles de bienestar de los residentes locales se han deteriorado progresivamente debido a la falta de avances significativos en el sector salud en los últimos tiempos.
El especialista en neurología e internismo, doctor Juan Almánzar, describió al hospital regional Antonio Musa como un engaño visual, presentando una fachada atractiva que oculta el deterioro y las carencias que enfrenta en cuanto a higiene y atención médica.
Afirmando que luego de doce años en proceso de renovación, el hospital todavía adolece de una cantidad suficiente de camas para los pacientes que acuden de toda la región Este, carencia de suministros y equipos que funcionan de manera deficiente, lo que mantiene a San Pedro de Macorís en un estado de emergencia sanitaria constante.
Enlace recomendado: Es imperativo aplicar medidas legales severas contra los responsables de la muerte del doctor Enrique Espinal en el ámbito de la Neonatología
Almánzar señala que la esperanza de que el centro de salud mejore su operatividad se ve cada vez más distante, con la emergencia y otros departamentos funcionando bajo mínimas condiciones sin que haya indicios de cambios significativos por parte de las autoridades para satisfacer las necesidades de salud públicas.
El problema del hospital Musa, según el exrepresentante del CMD, no recae en un individuo específico sino en la colectividad por no exigir con la suficiente fuerza una solución definitiva, sugiriendo que se debería haber paralizado los servicios hasta completar las reparaciones necesarias, en vez, se continúa ofreciendo atención en condiciones degradantes para los pacientes.
El facultativo enfatizó la necesidad de una intervención integral en el hospital Antonio Musa, no solo en el aspecto físico sino también en los servicios que ofrece, con el fin de elevar la calidad de atención en favor de la región Este.
Es lamentable y preocupante, según Almánzar, que los pacientes tengan que ser atendidos en los pasillos bajo condiciones deplorables.
Asimismo, indicó que el hospital Jaime Oliver Pino padece de las mismas deficiencias que el Musa, considerando imprudente haber intentado renovar ambos establecimientos al mismo tiempo sin planificar una alternativa que asegure la continuidad de los servicios sanitarios esenciales para la provincia.
Propuso como solución temporal, hasta la finalización de las obras en el Musa, el traslado de servicios a Oliver Pino, elevándolo a categoría de hospital regional e incluyendo los recursos necesarios para su funcionamiento.
Lo ocurrido con el Jaime Oliver Pino ilustra la falta de organización en el sistema de salud de San Pedro de Macorís, resultando absurdo que dos hospitales ofrezcan servicios similares padeciendo idénticas insuficiencias.
Finalmente, Almánzar sugirió que el Jaime Oliver Pino se especialice en atención materno-infantil o en traumatología, aprovechando su amplia infraestructura, para cubrir una necesidad no satisfecha en la región, argumentando que sería posible albergar ambas especialidades y de esa manera definir su papel dentro del sistema de salud.
Adicionalmente, la crisis sanitaria existente destaca la urgencia de revisar y mejorar los sistemas de gestión y planificación en el sector salud, para evitar la repetición de situaciones como las que vive San Pedro de Macorís, donde la falta de infraestructura adecuada y recursos es solo una parte del problema mayor que incluye el manejo y la asignación eficiente de recursos.