Según el mandatario Luis Abinader, en el período comprendido entre 2021 y 2023, se registró en la República Dominicana una notable producción agrícola, ascendiendo a 370 millones de quintales de diferentes alimentos. Este esfuerzo permitió que se cultivara y recolectara el 90.6% de los insumos agrarios consumidos a lo largo del 2023.
Esta significativa cantidad de productos agrícolas debería ser comercializada de manera efectiva a través de canales tanto públicos como privados, asegurando su distribución al consumidor final de forma eficiente y cumpliendo con los más altos estándares de higiene, seguridad alimentaria y calidad.
En la actualidad, se calcula la existencia de alrededor de 500 puntos de venta de alimentos en la República Dominicana. Sin embargo, muchos de estos lugares no pueden ser considerados mercados propiamente dichos debido a prácticas inadecuadas, como la exposición de mercancías directamente sobre el suelo, imitando costumbres observadas en Haití.
Aunque la responsabilidad de abordar este asunto recae principalmente en los municipios, la falta de recursos obstaculiza la construcción y adecuación de estos espacios, dejando en manos del gobierno central la tarea de revertir esta situación que impacta negativamente la salud pública y el sector turístico.
Impacto de las Costumbres Comerciales Haitianas en la República Dominicana
La proximidad geográfica entre Haití y la República Dominicana propicia un intercambio cultural que inevitablemente influye en diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo las prácticas comerciales. La adaptación de algunas de estas costumbres haitianas en el comercio dominicano ha generado diálogos sobre la necesidad de estandarizar y mejorar las condiciones en las que se venden los alimentos, destacando la importancia de aprender de cada cultura y adoptar lo mejor en beneficio de la población.
Este fenómeno subraya la interrelación entre ambas naciones y cómo la dinámica comercial puede servir como puente para el intercambio de buenas prácticas. Sin embargo, también recalca la necesidad de una gestión efectiva que asegure la salubridad en los puntos de venta, respetando las tradiciones pero enfocándose en el bienestar colectivo.