El número de defunciones maternas e infantiles reflejan variables críticas para evaluar la salud y el bienestar familiar
Para cuando alcanzamos la semana epidemiológica 29, se han contabilizado un total de 90 defunciones maternas según los datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Desglosando estas cifras, se observa que 50 corresponden a mujeres de República Dominicana y 40 a ciudadanas haitianas, demostrando la práctica de diferenciar las nacionalidades en los informes de salud. Este año, afortunadamente, se señala una disminución de 11 casos en comparación con periodos anteriores.
Cada fallecimiento materno es un evento lamentable que afecta profundamente a las familias y comunidades, subrayando la gravedad de este tema.
Reportes indican que, en la semana 29 de este año en curso, ocurrieron dos nuevas pérdidas maternas, ambas de mujeres dominicanas. En detalle, una era residente de San Pedro de Macorís y la otra de Sánchez Ramírez.
La Dirección de Epidemiología resalta la importancia de un seguimiento cuidadoso y extendido durante el posparto para prevenir estas tragedias.
Aunque la disminución de casos es un signo alentador, es esencial no bajar la guardia y continuar fortaleciendo las políticas y estrategias de cuidado materno para mantener esta tendencia positiva.
Se subraya la importancia de asegurar la disponibilidad de recursos adecuados a lo largo del país y optimizar el sistema de referencias cruzadas, asegurando así que las pacientes reciban la atención requerida de manera pronta y eficiente.
Además, el boletín semanal menciona específicamente la problemática de la mortalidad infantil.
En relación a la situación de mortalidad infantil
Hasta la fecha señalada, se han reportado un total de 46 muertes infantiles en la semana 29, elevando la cifra a 1,164 en lo que va del año 2024. De estos decesos, el 86% (40) son catalogados como neonatales, acumulando un total de 905 muertes neonatales. Los fallecimientos durante este primer periodo de vida constituyen el 77% del total de la mortalidad infantil.
Es primordial para las autoridades de salud reforzar los programas de vacunación y nutrición, además de promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses. El apoyo comunitario, incluyendo redes de apoyo para las madres, juega un rol fundamental en este esfuerzo.
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El análisis detallado de estas cifras revela tanto los logros como los retos pendientes en materia de salud materna e infantil. Es crítico continuar desarrollando y aplicando estrategias efectivas que atiendan directamente las causas subyacentes de estas defunciones, con un enfoque especial en la accesibilidad y calidad del cuidado prenatal, así como en la educación sobre prácticas saludables de maternidad. El compromiso y colaboración de toda la sociedad son indispensables para construir un futuro donde la pérdida de vidas maternas e infantiles sea cada vez menos frecuente.