El especialista en gastroenterología, Alberto Santana, trató cuestiones sobre la nutrición y los órganos digestivos, incitando al público a «consumir aquello que disfruten, siempre en cantidad prudente».
Frente a la proliferación de «especialistas no certificados» en el ámbito digital, que difunden información incorrecta acerca del consumo de alimentos y sus supuestos efectos adversos, el doctor aconsejó «no prestar atención a las redes sociales», manifestando que: «si decides escuchar lo que dicen en las redes, terminarás confundido, ya que hoy un alimento es considerado beneficioso y mañana puede ser perjudicial».
Respecto a las personas con intolerancias alimenticias, señaló que el problema no radica en el alimento per se, sino en los aditivos y pesticidas añadidos durante su producción.
Reflexionando sobre una experiencia en Estados Unidos, destacó la diferencia en el tamaño y apariencia del trigo comparándolo con el trigo de menor tamaño en Egipto, señalando que: «los daños no vienen del trigo en sí, sino de las manipulaciones químicas y biotecnológicas a las que es sometido», aludiendo a las modificaciones y tratamientos que recibe.
Manifestaciones de malestar por alimentos
Según el doctor, vomitar puede ser positivo cuando se ha ingerido un elemento irritante, ya que actúa como un mecanismo de defensa corporal para expulsar dicho elemento. En estas situaciones, recomienda consumir bebidas frías no irritantes como el agua o limonada para aliviar el malestar.
Advertencias contra la autoinducción del vómito
El médico discute los riesgos de provocarse el vómito intencionalmente, como la posibilidad de desarrollar una neumonía aspirativa debido al paso de contenido gástrico a los pulmones.
Es habitual que individuos opten por inducirse el vómito después de consumir alimentos o bebidas alcohólicas en exceso, aunque esto no se recomienda.
Como alternativa, aconseja ingerir líquidos a temperatura ambiente para suavizar los efectos irritantes y estimular el vómito de manera natural sin necesidad de forzarlo.
Aspectos a considerar sobre los antibióticos y el embarazo
Santana menciona la importancia de evitar antibióticos durante las primeras 18 semanas de embarazo debido al riesgo que representan para el desarrollo correcto de los órganos del bebé, expresando que: «hasta las 18 semanas es preferible abstenerse de cualquier antibiótico, a menos que la salud del bebé esté en riesgo», manifestó.