Nayib Bukele, mandatario salvadoreño, manifestó el lunes su rechazo a reconocer el proceso electoral de Venezuela del domingo pasado, calificándolo de “fraude” y afirmó que no se retomarán los lazos diplomáticos hasta que se celebren “elecciones legítimas” en aquel país.
Bukele mencionó en su perfil de X que lo acontecido en Venezuela el día de las elecciones solo puede describirse como un engaño. Una votación cuyo desenlace oficial dista completamente de lo que realmente ocurrió, un hecho que cualquiera podía percibir. El dirigente recordó que han estado cortadas las comunicaciones oficiales con Nicolás Maduro desde hace cuatro años, específicamente desde noviembre de 2020, cuando se ordenó la expulsión de los representantes diplomáticos venezolanos de El Salvador.
“Hasta que los ciudadanos venezolanos no tengan la facultad de seleccionar a sus gobernantes mediante un proceso electoral legítimo, no volveremos a abrirles las puertas”, expresó Bukele, quien a pesar de haber iniciado su segundo período presidencial en junio, acción que contradice la Constitución salvadoreña, sigue firme en su postura.
Por su parte, Nicolás Maduro fue declarado oficialmente presidente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a pesar de las objeciones presentadas por la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), cuyo líder, Edmundo González Urrutia, argumenta haber sido el real ganador de las elecciones por una amplia diferencia.
Según el informe del CNE divulgado el domingo por la noche, Maduro se mantuvo en el poder desde 2013 al obtener el 51,2% de los votos, cifra coincidente con los datos preliminares al contarse el 80% de las actas y pendiente de más de dos millones de votos sin escrutar. González Urrutia, por otro lado, consiguió un 44,2% de votos, según el único comunicado emitido por el ente electoral, el cual no detalló el destino de los 2.394.268 votos no reportados. González Urrutia declaró que “se han infringido todas las normas”, citando, entre otros aspectos, la negativa del ente electoral a proveer a la PUD las actas de totalización de los votos de más de la mitad de los centros electorales.