Principales destinos playeros en el mundo: Las Ballenas sobresale
El reconocido sitio Hawaiian Islands ha incluido a la Playa Las Ballenas, situada en Las Terrenas, provincia de Samaná, dentro de su prestigioso listado “Aguas más Serenas del Planeta”, según lo ha destacado Condé Nast Traveler.
En la selección de las “10 Playas Mundiales con Aguas más Plácidas”, Playa Las Ballenas se posiciona en octavo lugar con el 15.49% de comentarios positivos de visitantes, y asciende al sexto puesto en el ranking de “10 Playas Norteamericanas con Aguas Tranquilas”.
La cima del listado lo ocupa Baby Beach en Maui, Hawaii, acaparando el 27.82% de los elogios. Le siguen Ten Bay Beach en Eleuthera, Bahamas con un 22.88%, Brownes Beach en Bridgetown, Bahamas con un 20.50% y Bloody Bay en Jamaica con un 20.48% en aprobación.
Después hay otros destinos como Morne Rouge en Granada con un 18.95%. La uruguaya Playa Mansa, con un 17.60%, precede a Marathi Beach en Grecia y a Playa Las Ballenas, Samaná con un 15.49%. La lista se cierra con Carlisle Bay, en Bridgetown, Bahamas con un 14.16% y Mauna Kea Beach.
En el continente Europeo, Grecia domina el panorama con seis de cada diez playas más apacibles localizadas en su territorio, lideradas por Marathi en Creta (16.17% en valoraciones). Mientras tanto, en Sudamérica, Brasil se lleva la corona, aunque destacan las playas de Punta del Este en Uruguay con un prominente 17.60% en críticas positivas.
Las costas más impresionantes de Asia se encuentran en Sri Lanka, resaltando Passikudah (11.08%) y Casuarina Beach en Jaffna (9.78%). Otros lugares notables incluyen Saracen Bay Beach en Koh Rong Sanloem, Camboya (7.02%), y la Laguna Azul de Ölüdeniz en Turquía (6.33%).
Curiosidad financiera: Nueva emisión de billetes de 1,000 pesos
En un acercamiento adicional a las maravillas del mundo acuático y las preferencias de los viajeros, resulta interesante observar cómo destinos tan variados capturan la atención global, destacando por sus aguas claras, tranquilas y su impecable belleza natural, convirtiéndose en centros de atracción turística de primer nivel. Estos lugares no solo ofrecen un refugio paradisiaco para los amantes del sol y el mar, sino que también aportan significativamente a la economía local, impulzando el turismo y creando un círculo virtuoso de preservación y disfrute.