Desafíos en el sistema de protección con relación al secuestro de funcionario en prisión
El rapto que durante aproximadamente sesenta minutos dos presos del Centro de Corrección y Rehabilitación de Mao, Valverde, llevaron a cabo en contra del custodio penitenciario encargado de vigilar la cárcel se achaca a la fragilidad de la seguridad del recinto.
El antecedente de estos incidentes es frecuente, pues derivan de los abusos perpetrados en las instituciones carcelarias y de los elevados niveles de corrupción e impunidad, según indica Juan Dionicio Rodríguez Restituyo, quien fue presidente de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
“Estos eventos seguirán ocurriendo porque los penales están controlados por dos facciones: la de las autoridades y la de los reclusos. Los casos de privilegios y secuestros nunca se extinguirán; persistirán y, al final, el reo acabará falleciendo o siendo trasladado”, comentó Rodríguez Restituyo.
Esta visión es también respaldada por el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, quien añadió: “Incidentes como este, en los que miembros del sistema penitenciario son retenidos por los internos en los centros de reclusión, se derivan de la vulnerabilidad de la seguridad del sistema y, en numerosas ocasiones, existen complicidades entre agentes y reclusos que posteriormente desencadenan este tipo de circunstancias”.
Por otra parte, Rodolfo Valentín Santos, líder de la Oficina Nacional de Defensa Pública, argumentó: “Hemos denunciado repetidamente las agresiones por parte de los funcionarios penitenciarios y policías en contra de los reclusos, sin embargo, las correcciones son mínimas”.
Valentín Santos también manifestó que este secuestro demuestra una vez más la necesidad de mejorar los sistemas de seguridad en las instituciones a nivel nacional.
“Es imperativo transformar el sistema penitenciario, y dicha renovación debe llevarse a cabo con la colaboración del recluso que allí trabaja. El proceso de encarcelamiento no debería estar bajo la responsabilidad del Ministerio Público ni ser administrado por policías. Esto es fundamental si se busca embellecer ese entorno”, afirmó.
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