Actos de vandalismo en la oficina de un congresista en el norte de Manhattan
Varios representantes demócratas de Nueva York, junto con miembros de la comunidad y ciudadanos dominicanos, condenaron los incidentes vandálicos ocurridos en la oficina del congresista Adriano Espaillat (D-13) en el norte de Manhattan.
En un comunicado conjunto, los congresistas federales expresaron su firme postura: “Como miembros demócratas del Congreso de los Estados Unidos, defendemos el derecho fundamental a la libertad de reunión y protesta pacífica. Luchamos diariamente por preservar este derecho para todos los ciudadanos estadounidenses”.
Sin embargo, enfatizaron que cuando las protestas se tornan violentas y resultan en actos de vandalismo, dejan de ser manifestaciones legítimas para convertirse en delitos. Señalaron que estas acciones intimidatorias son inaceptables y no serán toleradas.
Los legisladores informaron que la oficina del congresista Espaillat ha sido blanco de ataques vandalicos de manera recurrente en el último mes. Destacaron que estos actos selectivos ponen en riesgo tanto a los ciudadanos como a los empleados del Congreso, perturbando el normal funcionamiento de las oficinas y los servicios esenciales para la comunidad.
El último incidente de vandalismo tuvo lugar en un día significativo, marcado por el recuerdo del ataque terrorista perpetrado por Hamás contra Israel, que resultó en la muerte de civiles y la toma de rehenes, incluidos ciudadanos estadounidenses.
La declaración conjunta de los congresistas instó a una condena pública de la violencia, acoso e intimidación, asegurando que se seguirá trabajando para que los responsables de estos actos contra el congresista Espaillat, o cualquier otra oficina del Congreso, sean llevados ante la justicia.
Por su parte, grupos destacados de la comunidad dominicana en Nueva York, incluyendo líderes, empresarios y comerciantes, se sumaron a las voces que rechazaron el vandalismo como una muestra de temor por parte de los opositores de Adriano Espaillat.
Además, subrayaron el papel fundamental que Espaillat ha desempeñado como representante de la comunidad latina en Nueva York, abogando por los derechos de los inmigrantes y promoviendo políticas inclusivas.
El ataque contra su oficina ha generado preocupación y rechazo, especialmente entre los dominicanos, que ven en Espaillat un símbolo de lucha por la justicia y la igualdad social.
Vandalizan la oficina del congresista Espaillat en el norte de Manhattan
Un párrafo extra de contenido: Los actos vandálicos contra un representante electo son una afrenta a la democracia y a la convivencia pacífica en la sociedad. Es fundamental que se respeten los espacios institucionales y se rechace cualquier forma de violencia como herramienta para expresar descontento o discrepancias. La unidad en la condena de estos actos es esencial para proteger la integridad y el funcionamiento adecuado de las instituciones democráticas.