Revelaciones de un psicólogo
Una confesión registrada en secreto por un profesional de la salud mental fue determinante en las sentencias que castigaron a los hermanos. A pesar de esto, la defensa ofreció una narrativa oscura de violencia intrafamiliar.
La trama en la residencia Menendez
En agosto de 1989, un violento crimen estremeció la comunidad de Beverly Hills. Los hermanos Lyle y Erik Menendez, de 21 y 18 años respectivamente, ejecutaron a sus padres en la mansión familiar. La ferocidad del ataque, en el que los hermanos utilizaron escopetas de calibre 12 para acabar con la vida de Jose y Kitty Menendez, dejó una profunda huella en la nación. A pesar de sus intentos por establecer coartadas, como asistir al cine y a un festival, su intento por ocultar el crimen resultó fallido. La llamada de emergencia de Lyle al 911, cargada de lágrimas, no impidió su arresto meses después y su posterior condena a cadena perpetua en 1996, en uno de los juicios más mediáticos de la época.
Grabaciones que cambiaron todo
Uno de los elementos fundamentales que llevaron a la condena de los hermanos Menendez fue una confesión grabada en secreto por su terapeuta, L. Jerome Oziel. Gracias a la revelación de Judalon Smyth, amante de Oziel, las autoridades tuvieron acceso a esas grabaciones en las cuales los hermanos reconocían haber acabado con la vida de sus padres. A pesar de los esfuerzos de la defensa por proteger el secreto médico-paciente, el juez permitió que estas grabaciones se utilizaran como evidencia en el juicio. Esta prueba, sumada a la narrativa del fiscal que los retrataba como jóvenes mimados ansiosos por la herencia familiar, selló su destino.
Un relato de maltrato y angustia
La defensa de los hermanos Menendez basó su estrategia en un relato de abuso que estremeció la sala del tribunal. Según su versión, Jose Menendez había abusado sexualmente de ambos desde temprana edad, y Kitty Menendez, teniendo pleno conocimiento de estos actos, no hizo nada por detenerlos. El primer juicio, transmitido a nivel nacional, concluyó con dos jurados en desacuerdo, en parte debido al impacto que generó esta narrativa de abuso. No obstante, en el segundo juicio, el juez excluyó gran parte de las alegaciones de maltrato, inclinando la balanza hacia una condena. Los Menendez fueron hallados culpables de asesinato en primer grado y conspiración.
Resurgimiento de interés y nuevos indicios
A lo largo de los años, la percepción pública sobre los hermanos Menendez ha evolucionado. Mientras que en su momento muchos los consideraban oportunistas, en la actualidad, gracias a documentales y series como Menendez + Menudo: Boys Betrayed de Peacock, han salido a la luz nuevos testimonios que corroboran las denuncias de abuso. Uno de los testimonios más impactantes proviene de un exmiembro del grupo Menudo, quien acusa a Jose Menendez de agresión sexual. Asimismo, una carta escrita por Erik en 1988 a su primo Andy Cano, detallando los abusos sufridos, ha salido a la luz, fortaleciendo así su versión de los hechos.
Este resurgimiento en la atención pública ha llevado a la revisión del veredicto original. En mayo de 2023, los abogados de los hermanos presentaron una nueva solicitud de habeas corpus, buscando anular la condena basándose en estas recientes evidencias. A medida que el debate continúa, la figura de los Menendez se ha vuelto viral en redes sociales, con una generación más joven exigiendo justicia para ellos.
La familia Menendez residía en Beverly Hills, pero detrás de su opulencia se escondían secretos oscuros.
Este renacimiento televisivo, acompañado de un enfoque renovado sobre los acontecimientos, plantea la interrogante: ¿Fueron los Menendez víctimas o perpetradores? Sin lugar a dudas, el caso sigue generando controversia, y solo el tiempo revelará si su historia obtendrá un nuevo desenlace.