Reflexiones sobre el acto del despedirse de la vida

El suicidio ha sido observado en diversas comunidades a lo largo de la historia, como una opción para escapar de situaciones que parecen insuperables y trascender la frontera entre la existencia y el más allá.

Desde tiempos remotos, el suicidio ha sido un tema tabú caracterizado por creencias arraigadas sobre la muerte. La aceptación o represión de este acto se relaciona estrechamente con el control de la vida y la muerte impuesto por concepciones religiosas, que van más allá de la esfera humana y lo consideran desde una perspectiva sobrenatural.

La complejidad del fenómeno del adiós voluntario

A pesar de las restricciones y demonización asociadas al suicidio, este fenómeno se manifiesta en individuos pertenecientes a diferentes corrientes religiosas y también en quienes no siguen ninguna creencia.

Quizás también te interese:  Tratamiento oncológico eficaz en el tratamiento del Alzheimer

Explora: Infancia y núcleo familiar, ¿factor de protección o de peligro?

En nuestra sociedad, el suicidio ha sido interpretado de forma estereotipada y marginada debido a las creencias mágico-religiosas prevalecientes. Se visualiza como un evento aislado, sin considerar su contexto social y las posibles influencias socioculturales, generacionales y psicosociales subyacentes.

Esta visión individualista no solo impide entender el fenómeno en su totalidad, sino que también conduce a culpar a círculos cercanos como la familia, parejas o exparejas, basándose en prejuicios y estereotipos que lo enmascaran.

Impacto de los factores socioculturales en la salud mental

Los modelos culturales que promueven la exclusión, el maltrato, la discriminación, la violencia y el acoso afectan a grupos como la comunidad LGTBIQ, adolescentes en situaciones de embarazo o uniones tempranas, individuos afrodescendientes, personas con discapacidad o aquellas que no encajan en los estándares de belleza y consumo predominantes. Estos grupos enfrentan riesgos de depresión, aislamiento y problemas mentales.

Es esencial incorporar la prevención del suicidio en iniciativas contra la violencia de género, discriminación, acoso y exclusión. Promover la felicidad y la colectividad a través de actividades artísticas como la danza y la música, haciendo hincapié en el respeto, diálogo y resolución pacífica de conflictos. Asimismo, potenciar el desarrollo socioafectivo desde la infancia para fortalecer su autoestima.

Compromiso institucional en la prevención y abordaje del suicidio

Quizás también te interese:  Celebrando la experiencia y compañía de nuestros mayores en su día especial

Las entidades estatales tienen la responsabilidad de ofrecer herramientas de prevención y un enfoque transparente, inclusivo y colaborativo en torno a las situaciones de riesgo. Los servicios de salud mental deben estar disponibles en todos los centros de atención médica, priorizando la prevención a nivel social y colectivo a través de la colaboración con comunidades, grupos de apoyo, familias y escuelas.

Quizás también te interese:  Reducción de la capacidad pulmonar asociada con el asma: Impacto en la calidad del aire respirado

Este enfoque preventivo implica integrar en las redes sociales contenidos que contrarresten la cultura del acoso, la discriminación y la exclusión, promoviendo los valores de cooperación, solidaridad y compasión.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad