Explorando los impactos diversos de la psoriasis
La psoriasis es una afección crónica inflamatoria que no se limita a la piel, sino que tiene repercusiones significativas en aspectos como la calidad de vida, la salud mental y la estabilidad emocional y económica de quienes la padecen.
A menudo subestimada, esta enfermedad inflamatoria sistémica acelera el recambio celular en la piel, dando lugar a placas con escamas y manchas rojas que provocan picor y, en ocasiones, dolor.
Implicaciones más allá de la superficie cutánea
La psoriasis puede aparecer en cualquier momento, siendo más común en edades entre 15 y 35 años. Factores como el estrés, ciertas infecciones y algunos fármacos pueden desencadenar lesiones en individuos con predisposición genética.
Este trastorno del sistema inmunitario genera una inflamación generalizada en el cuerpo, afectando no solo la piel, sino también órganos como las uñas, las palmas de las manos, las plantas de los pies, el cuero cabelludo y el sistema esquelético.
Impacto diverso en la salud global
Además de manifestarse en la piel, la psoriasis puede desencadenar problemas graves como artritis psoriásica, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad, sumado a afectaciones en la salud mental debido a la estigmatización y la carga emocional. Esto puede llevar a aislamiento social y problemas laborales, generando episodios de ansiedad y depresión.
Estudios indican que los pacientes con psoriasis pueden enfrentar dificultades para dormir, problemas en actividades cotidianas y sexuales, así como dolencias al caminar o permanecer de pie, especialmente si la afección alcanza las palmas de los pies.
Cuidados y atención necesaria
La psoriasis es una enfermedad compleja que requiere un enfoque multidisciplinario, un plan individualizado de tratamiento y la colaboración activa del paciente para mantener la adherencia terapéutica y asistir a seguimientos. La interrupción del tratamiento puede tener consecuencias graves, afectando la calidad de vida y la posibilidad de una rutina normal para quienes la padecen.
El diagnóstico y tratamiento adecuado lo proporciona el dermatólogo, quien puede establecer un plan integral que incluya el manejo de síntomas como el picor y la derivación a otros especialistas según sea necesario, como reumatólogos para la artritis psoriásica, y profesionales en salud cardiovascular y mental.
Prevención y tratamiento de la artritis psoriásica
Cerca de 4 de cada 10 pacientes con psoriasis desarrollan artritis psoriásica, una afección dolorosa que inflama y daña las articulaciones, requiriendo tratamiento específico para prevenir complicaciones a largo plazo.
Los síntomas de la artritis psoriásica incluyen dolor en articulaciones como tobillos, rodillas y codos, inflamación, rigidez articular y problemas en manos y pies, pudiendo generar lesiones permanentes en la ausencia de cuidados adecuados.
Profesionales de salud clave en el abordaje integral
El dermatólogo juega un rol fundamental en el diagnóstico y manejo de la psoriasis, elaborando planes de tratamiento personalizados y coordinando la intervención de otros especialistas según las necesidades individuales. Para una atención completa y eficaz, es esencial el trabajo multidisciplinario que involucre a reumatólogos, cardiólogos, psicólogos y otros expertos en la salud del paciente.
La psoriasis, al ser una afección que trasciende la piel, demanda una atención integral y una dedicación constante tanto de los profesionales de la salud como de quienes la padecen para lograr un manejo óptimo y una mejor calidad de vida.