El impacto de la cefalea en la vida diaria
La cefalea va más allá de ser un simple malestar, ya que la mayoría de las personas que la experimentan afirman que no pueden mantener sus actividades habituales durante un episodio. Es la principal causa de discapacidad en adultos menores de 50 años.
En el Día Internacional de Acción contra la Cefalea, médicos y pacientes buscan crear conciencia sobre esta condición que afecta a más de 1.100 millones de individuos en el mundo, siendo uno de cada siete. En España, cinco millones de personas la sufren.
De ese grupo, más de 1,5 millones experimentan cefalea de forma crónica, con dolores de cabeza durante más de quince días al mes. Esto lleva a que más del 50 % de los afectados presenten un nivel de discapacidad grave o muy grave, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El gran impacto de la cefalea
El coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, Pablo Irimia, señala que la cefalea es un dolor intenso que incapacita y “reduce significativamente” la calidad de vida de los pacientes. Además, aumenta el riesgo de desarrollar otras condiciones como ansiedad, depresión, insomnio, e incluso problemas cardiovasculares.
Este malestar tiene un gran impacto económico en la sociedad debido al ausentismo laboral y la disminución de la productividad que genera, según Irimia.
Una encuesta realizada por la Asociación Española de Cefalea muestra que siete de cada diez personas con la enfermedad tienen que interrumpir sus actividades diarias durante un episodio de dolor de cabeza.
La encuesta revela que estas personas experimentan un impacto en distintos ámbitos de sus vidas: el 92 % ha cancelado planes con amigos; el 42 % no ha podido cuidar de sus hijos como desearían; el 56 % ha tenido que modificar o cancelar viajes; y el 78 % no ha podido practicar deporte.
El proyecto “Vidas en espera por la cefalea”
En respuesta a esto, la Asociación Española de Cefalea ha lanzado la campaña ‘Vidas en espera por la cefalea’ con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre el impacto que la enfermedad tiene en la vida de quienes la padecen, según la presidenta de la asociación, Isabel Colomina.
La intensidad del dolor y los síntomas asociados a la cefalea obligan a las personas a aislarse en habitaciones oscuras y silenciosas mientras esperan que el tratamiento surta efecto. Cuando ocurre un episodio, se ven obligados a detener sus vidas temporalmente, independientemente de la importancia de lo que estaban haciendo, según Colomina.
El presidente de la SEN, Jesús Porta, resalta la importancia de promover campañas de concienciación y de animar a los propios pacientes a no ocultar su condición, sino a hablar abiertamente sobre ella para cambiar la percepción general y el estigma relacionado con la afección.
La cefalea afecta aproximadamente tres veces más a las mujeres que a los hombres y, de manera similar, se manifiesta en el 18 % de las mujeres y en el 9 % de los hombres, según datos de la SEN.
Las repercusiones del subdiagnóstico
Se estima que más del 40 % de las personas con cefalea en España no han sido diagnosticadas, y alrededor del 25 % nunca ha consultado sobre esta dolencia con un médico.
Debido a esta falta de diagnóstico, muchos pacientes recurren a la automedicación o no reciben los tratamientos pertinentes.
Más del 50 % de las personas se automedican con analgésicos sin receta, a pesar de que esta práctica y el uso excesivo de medicamentos para tratar los síntomas de la cefalea aumentan el riesgo de cronificación.
Avances significativos
En los últimos años, ha habido importantes avances en la comprensión de la fisiopatología de la cefalea, lo que ha permitido desarrollar fármacos eficaces como los anticuerpos monoclonales contra el péptido regulador del gen de la calcitonina (CGRP) o su receptor, administrados de forma subcutánea o intravenosa con un alto nivel de eficacia y tolerancia.
También se han mejorado los tratamientos orales con la introducción de los gepantes, que son fármacos bloqueadores del CGRP, así como el lanzamiento de un nuevo tratamiento para crisis de cefalea llamado lasmiditán, según datos de la SEN.