Celebrando la experiencia y compañía de nuestros mayores en su día especial

El 26 de julio marca internacionalmente el Día de los Abuelos, seres maravillosos que, si les pides que te despierten a las 7:00 para una reunión importante a las 8:00, con seguridad te despertarán a las 6:00 advirtiéndote de que “ya casi son las 9:00”.

Los abuelos son seres llenos de historias que contar y experiencias de vida que ofrecen como consejos. Constituyen un faro de guía, imparten educación basada en el amor y la sabiduría.

Además, su papel como transmisores de tradiciones y costumbres enriquece el patrimonio cultural de cada familia, tejiendo un legado que perdura a través de las generaciones.

La raíz de esta conmemoración se encuentra en la tradición católica, específicamente en la celebración de Santa Ana y San Joaquín, progenitores de la Virgen María y por ende, abuelos de Jesús. La iniciativa de celebrar este día proviene de la ONG Mensajeros de la Paz en 1998, subrayando el papel crucial de las personas mayores en nuestras comunidades.

El origen de este día también busca dar luz a la sabiduría y la paciencia que caracterizan a los abuelos, promoviendo la gratitud y el reconocimiento hacia estas figuras esenciales en nuestras sociedades.

Mientras que en lugares como Estados Unidos (EE.UU.) y Canadá, el homenaje a los abuelos tiene lugar el primer domingo de septiembre, denominado Día Nacional de los Abuelos, y fue oficializado por el presidente Jimmy Carter.

Este día sirve como un recordatorio para las familias de fortalecer los lazos intergeneracionales y reconocer el invaluable aporte de los abuelos dentro del núcleo familiar.

La relación entre abuelos y nietos es mutuamente enriquecedora: los abuelos encuentran compañía y una nueva fuente de energía en sus días, mientras que los nietos experimentan un sentido de seguridad, amor y atención sincera.

Esta interacción no solo fortalece el vínculo emocional entre generaciones, sino que también promueve el intercambio de saberes y valores esenciales para el desarrollo personal de los más jóvenes.

Algunos expertos en salud argumentan que este vínculo intergeneracional puede ser una clave para que los mayores retrasen el avance de enfermedades cognitivas como el Alzheimer y la demencia, mejorando su calidad de vida al evitar el sentimiento de soledad y convertirse en protagonistas de momentos felices para sus nietos.

Esta interacción constante no solo beneficia el estado emocional de los mayores, sino que también les proporciona estímulos mentales constantes, que son fundamentales para su bienestar cognitivo.

Es frecuente ver a los mayores en roles activos dentro de la familia, recogiendo sus nietos de la escuela, compartiendo paseos en el parque, enseñándoles a montar en bicicleta o incluso reparando sus juguetes, demostrando que para ellos, nada es imposible cuando se trata de sus nietos.

Este tipo de actividades no solo fomenta una estrecha relación entre abuelos y nietos, sino que también sirve como una valiosa oportunidad para la enseñanza y el aprendizaje mutuo, enriqueciendo la vida de ambos.

En República Dominicana, los abuelos son cariñosamente conocidos como “los apoyadores” y, aunque hay quienes dicen que miman demasiado a los nietos, en realidad, su afecto y cuidado son una muestra de su inmenso amor y dedicación.

Sus palabras y acciones están impregnadas de una sabiduría y un amor incondicional que forman el tejido de la unidad y la fortaleza familiar, un regalo inestimable que merece ser celebrado cada día.

Si tienes la suerte de tener abuelos dominicanos, ellos te recordarán la importancia de estar alerta con refranes como: “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.

Siempre aportando sabiduría, tus intentos de engaño serán desmontados con un simple pero efectivo: “para hablar mentira y comer pescado hay que tener mucho cuidado”.

Y para aquellos buscando éxito en la vida, recuerdan siempre: “el que se lleva de consejo, muere de viejo”.

Categorizando tus amistades, te advertirán sobre las malas compañías: “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Y te enseñarán a ser agradecido con lecciones simples como: “a caballo regalado no se le mira el diente”.

Hoy es una excelente oportunidad para abrazarlos y hacerles sentir cuánto apreciamos su amor y compañía en nuestras vidas.

Recordemos combatir cualquier forma de discriminación hacia los mayores y desafiar los estereotipos sobre la vejez. Los abuelos tienen el poder de enriquecer a las futuras generaciones con su sabiduría, llenar nuestras vidas con momentos mágicos con su presencia y llevarte de vuelta en el tiempo con cada historia, enseñándonos valores de manera implícita.

Es esencial reconocer la validez y la importancia de los abuelos no solo en su día especial sino durante todo el año, garantizando su bienestar, respeto y amor como pilares fundamentales de nuestra gratitud hacia ellos.

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