Explorando la conexión entre la espiritualidad y el bienestar
Un análisis reciente realizado por Sapien Labs reveló cómo la religión y la espiritualidad impactan la salud mental en América Latina, posicionando a República Dominicana en un lugar destacado en relación con otras regiones desarrolladas.
El estudio, titulado “Bienestar mental y su relación con la espiritualidad”, encuestó a una amplia muestra de individuos en más de 60 países, evaluando diferentes niveles de bienestar mental a través de un índice que incorpora aspectos emocionales y mentales.
Aunque era esperado que la espiritualidad y la religión estuvieran ligadas a un mejor bienestar, el estudio reveló un impacto significativo relacionado con el amor y la preocupación por el bienestar de los demás, especialmente en aquellos que practican activamente su fe.
Inclinaciones espirituales en República Dominicana
República Dominicana destacó con un alto índice de bienestar mental, alcanzando un 92,73% en la escala de evaluación, evidenciando también altos niveles de amor, espiritualidad y religiosidad en su población.
Amor comunitario: Un dato relevante es que el 71,81% de los dominicanos muestran una disposición para amar más allá de su entorno cercano, en contraste con el 20,50% que se limita a sus familiares y amigos, y un 7,70% que manifiesta carecer de un sentido de amor extendido.
Manifestaciones de espiritualidad: Los dominicanos con inclinaciones espirituales representan un 64,66%, frente al 16,24% de agnósticos y el 19,09% que se describen como ateos.
Pertenencia religiosa: El 83,32% de la población en República Dominicana se identifica con alguna religión, de los cuales un 44,85% son practicantes activos.
Es interesante notar que la falta de religiosidad no implica ausencia de amor y preocupación por la comunidad, al igual que practicar la espiritualidad no garantiza estos valores.
El estudio se basó en la encuesta de 1,228 dominicanos con acceso a internet, abarcando diversas creencias y tradiciones.
Reflexiones sobre religión, amor y bienestar
La investigación de Sapien Labs resalta la importancia de expresar amor y preocupación por los demás, así como el valor de adoptar una vida espiritual, independientemente de afiliaciones religiosas concretas, para fomentar el bienestar mental.
Por un lado, la práctica religiosa y la espiritualidad ayudan a reducir síntomas depresivos, comportamientos autodestructivos y fortalecer la resiliencia frente a desafíos.
En cuanto al amor y cuidado por otros, estudios corroboran que estos comportamientos favorecen tanto la salud psicológica como física, fortaleciendo las conexiones sociales y el sentido de pertenencia.
Tara Thiagarajan, PhD., fundadora de Sapien Labs, destaca que la espiritualidad se asocia con una mayor disposición para amar y cuidar, mientras que los ateos muestran mayor probabilidad de carecer de estos sentimientos.
En resumen, la práctica religiosa activa no solo está vinculada con una mayor espiritualidad, sino también con una mayor empatía y amor hacia los demás, independientemente de las creencias individuales.
Análisis general de la investigación: América Latina lidera en actos de amor
América Latina destaca no solo por su actividad religiosa y espiritual, sino también por su disposición a brindar amor y cuidado más allá del círculo íntimo, superando a países europeos y de Oceanía en este aspecto.
En conclusión, el estudio resalta que la espiritualidad y la práctica religiosa influyen de manera significativa en el bienestar mental, principalmente a través del amor y la preocupación por los demás, revelando diferencias marcadas entre regiones con distintos niveles de religiosidad.