La renovación y actualización de los sistemas de administración pública es un viaje continuo, impulsado por la constante evolución de la sociedad y la aparición de necesidades inéditas que requieren de una respuesta ágil para optimizar la prestación de servicios a los ciudadanos.
En un evento realizado en el auditorio de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), el exdirector del Ministerio de Administración Pública de la República Dominicana (MAP), Ramón Ventura Camejo, compartió reflexiones durante el lanzamiento de su libro “El Saber Experto: Cooperación y la Calidad de Gestión del MAP”.
Implementación de Mejoras en la Administración Pública
Ramón Ventura Camejo hizo una revisión acerca de la composición laboral en el Estado dominicano, señalando que se contemplaban 180 mil puestos de trabajo designados para carreras profesionales, de los cuales 91 mil estaban ocupados, cubriendo así el 51 por ciento y dejando los restantes para posiciones de alta complejidad.
Un hito relevante de su administración fue el ingreso de empleados a estos puestos sin recurso a prácticas de favoritismo político o clientelar, sino a través de un proceso exhaustivo que enfatizaba el mérito profesional y el rendimiento en las evaluaciones correspondientes.
El otrora ministro y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) expresó con pesar que, a pesar del notable número de trabajadores de carrera integrados, faltó un mecanismo de seguimiento y evaluación del desempeño que asegurase la calidad y eficiencia del servicio público.
Subrayó la necesidad de mantener un estándar de calidad en la gestión pública, orientado hacia la consecución de metas específicas y el desarrollo de competencias esenciales que garanticen el correcto desempeño y permanencia en los cargos gubernamentales.
Asimismo, mencionó que la Ley de Función Pública distingue entre los trabajadores de designación política, como subdirectores y gobernadores, y aquellos que acceden a su plaza mediante competiciones abiertas y públicas, destacando la importancia de este sistema para la promoción del mérito y la capacidad.
En conclusión, afirmó que la mejora en la calidad de los servicios gubernamentales tiene como fin último la satisfacción y beneficio del conjunto de la ciudadanía.
Este enfoque en la meritocracia y la profesionalización del servicio público es crucial para la transformación de las estructuras gubernamentales, marcando un antes y un después en la relación entre la administración y los ciudadanos, asegurando así, una gestión transparente, eficaz y ajustada a las demandas de un entorno en constante cambio.