Situación preocupante en centros de votación en Estados Unidos
La prensa estadounidense ha dado a conocer que se están produciendo una serie de incidentes en los centros de votación a lo largo de todo el país, lo que está generando tensiones entre los funcionarios estatales y locales encargados de garantizar unas elecciones presidenciales seguras y tranquilas.
En aquellas regiones donde se han reportado estos eventos residen numerosos votantes de origen dominicano.
En Washington, estado fronterizo con Canadá en el noroeste del país, las autoridades locales y el FBI están investigando la presencia de un posible artefacto incendiario colocado en una urna electoral en Vancouver durante la madrugada del lunes. Aunque afortunadamente no hubo heridos, se detectaron daños en algunas papeletas.
Por otro lado, en Oregón también se registraron ataques a urnas con dispositivos incendiarios, pero gracias a un sistema de extinción de incendios implementado en el lugar se logró evitar daños mayores en las papeletas.
En Phoenix, Arizona, en el suroeste del país, un buzón electoral fue incendiado, causando daños en alrededor de 20 papeletas. Las autoridades detuvieron a un sospechoso en relación con el incidente.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha expresado su preocupación, indicando que consideran que los extremistas violentos locales representan la mayor amenaza física para los funcionarios electorales, votantes, y la infraestructura relacionada con el proceso electoral.
Según la evaluación realizada, se consideran potenciales objetivos de estos ataques los lugares de votación, los puntos de entrega de urnas, los registros de votantes, eventos de campaña, oficinas de partidos políticos y los centros de conteo de votos.
Tanto el DHS como el FBI han intensificado sus advertencias a través de una serie de boletines de seguridad dirigidos a agencias policiales en todo el territorio nacional.
A pesar de que las autoridades de seguridad de Estados Unidos creen que la principal amenaza de violencia proviene de extremistas locales, los servicios de inteligencia han mostrado preocupación por posibles presiones de adversarios como Irán y Rusia para llevar a cabo este tipo de ataques.