Análisis sobre la infraestructura eléctrica y la falta de baterías en el país
Coincidiendo con un experto en energía, se alerta sobre los riesgos de no contar con un sistema de almacenamiento de energía suficiente para respaldar las fuentes eólicas y solares aprobadas por las entidades pertinentes.
Este señalamiento hace énfasis en la necesidad de planificar correctamente la implementación de fuentes intermitentes de energía como la solar y eólica, ya que su funcionamiento sin respaldo de baterías puede comprometer la estabilidad del sistema eléctrico nacional.
Se proyecta la entrada de una gran cantidad de megavatios provenientes de energía intermitente, sin contar con la suficiente capacidad de almacenamiento, lo cual ha sido identificado como una amenaza por diversos informes especializados.
El incumplimiento de las recomendaciones de expertos en cuanto a la implementación de tecnologías de almacenamiento energético podría poner en peligro la operatividad del sistema eléctrico en los próximos años, generando riesgos de apagones y deterioro en el servicio.
Se critica la falta de atención por parte de las autoridades competentes hacia los estudios y recomendaciones provenientes de organismos internacionales, lo cual refleja una falta de compromiso en garantizar un suministro eléctrico estable y confiable para la población.
Las inversiones necesarias en tecnologías de almacenamiento energético requieren de un enfoque prioritario y una asignación adecuada de recursos, aspectos que parecen no estar siendo considerados con la seriedad requerida por los responsables del sector.
La gestión de entidades estatales relacionadas con la transmisión eléctrica no parece priorizar la implementación de soluciones a largo plazo que aseguren la continuidad del servicio, lo cual deja en evidencia un grave descuido en la planificación y gestión de recursos.
La falta de liderazgo efectivo en la toma de decisiones estratégicas para el sector eléctrico, sumado a la falta de previsión sobre las necesidades futuras de infraestructura, refleja la urgencia de un cambio de enfoque en la gestión gubernamental.