La reciente publicación del libro “Por un cambio en la Ética Política del Siglo XXI”, escrito por el doctor Guillermo Moringlane junto a Eduardo Galeno, representa una contribución significativa al debate sobre el papel social y ético que deben desempeñar los funcionarios públicos en nuestro país.
La obra es descrita por sus autores como una recopilación de ideas y conceptos sólidos que trascienden las barreras partidistas para abordar problemas críticos como la corrupción y la impunidad, los cuales han minado la estructura social recientemente.
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Los autores señalan que este libro es un golpe directo contra la corrupción y la impunidad que, en su opinión, todos los involucrados en la política deben examinar.
Descendiente de Ramón Matías Mella, uno de los padres fundadores de la República, Moringlane, además de su profesión como médico y cirujano oftalmólogo, es catedrático, escritor y actualmente se desempeña como director de Política de Salud en el Gabinete de Políticas Sociales de la Presidencia, según se reporta en una nota informativa.
Por su parte, Galeno se distingue como un destacado egresado de la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Caribe, donde obtuvo su grado magna cum laude. Además, cuenta con una formación en gerencia y política por Unibe e Intec, complementada con una carrera como poeta, educador, ensayista y autor.
Aportaciones Clave y Conclusiones de la Obra
El libro aboga por una verdadera transformación en la forma en que los servidores públicos asumen su ética de trabajo. Insistiendo en que la integridad y la transparencia no son solo virtudes deseables, sino esenciales para el funcionamiento de cualquier democracia saludable.
Asimismo, esta publicación no se limita a diagnosticar los problemas actuales, sino que propone soluciones prácticas y efectivas para combatir la corrupción a todos los niveles del espectro político. La instauración de sistemas más rigurosos de rendición de cuentas y la promoción de una cultura de legalidad son algunas de las medidas que los autores consideran cruciales para avanzar hacia una ética política renovada y más integradora en el siglo XXI.