La marcha de Venezuela de Edmundo González marcada por influencias y intimidaciones
Después de unas horas en Madrid, el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia emitió su primer mensaje desde su exilio en la capital española.
En un audio de WhatsApp difundido por su coalición, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), González mencionó que su salida de Caracas estuvo rodeada de presiones, coacciones y amenazas que pretendían impedir su partida. Confía en seguir la lucha por la libertad y la recuperación de la democracia en Venezuela en un futuro próximo.
Además, agradeció las muestras de apoyo y solidaridad recibidas.
El avión de las Fuerzas Aéreas Españolas que llevaba al opositor venezolano aterrizó en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) alrededor de las 16:00 hora local (14:00 GMT).
Según reportó el ministerio español de Asuntos Exteriores, González, viajando con su esposa y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Diego Martínez Belío, fue recibido por Susana Sumelzo, secretaría de Estado para Iberoamérica y el Español en el Mundo.
Se iniciarán los trámites para solicitar asilo, cuya resolución será favorable debido al compromiso de España con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos, especialmente los líderes políticos, según informó el mencionado departamento.
María Corina Machado afirmó que continuará la lucha junto a Edmundo González por la libertad y democracia en Venezuela.
Después de su llegada a Madrid, el fiscal general del régimen, Tarek William Saab, ofreció una conferencia de prensa sobre el exilio de González Urrutia. Durante su intervención, afirmó que el régimen y el gobierno de España acordaron la salida del líder opositor de Venezuela.
Contrario a lo dicho por Saab, el canciller español, José Manuel Albares, negó cualquier tipo de negociación política con la dictadura para brindar protección a Edmundo González Urrutia. Aseguró que el asilo político fue solicitado personalmente por el líder venezolano.
El Comando con Venezuela destacó que la decisión de forzar el exilio de Edmundo González Urrutia por parte del dictador Maduro fue el resultado de una coacción brutal hacia él y su familia. En este contexto, el líder opositor aceptó la oferta de asilo del gobierno español.
La justicia chavista había dictado la detención del candidato opositor a solicitud de la Fiscalía, que lo investigaba por la divulgación en internet de actas de votación que lo declaraban vencedor en las elecciones presidenciales de julio pasado. A pesar de que el resultado oficial otorgó la victoria a Maduro sin presentar pruebas.
Posterior a las elecciones del 28 de julio, en las que el ente electoral proclamó a Maduro como ganador sin evidencia alguna, se desencadenó una crisis política. La oposición argumentaba que González Urrutia fue el verdadero triunfador, respaldando esta afirmación con copias del 83,5% de las actas electorales.
Ante la negativa de publicar información detallada sobre la votación, numerosas naciones como Estados Unidos, la Unión Europea y países latinoamericanos se negaron a reconocer a Maduro como vencedor.
La Unión Europea resaltó que ningún líder político debería ser obligado a buscar asilo en otro país en una democracia. Exigió a las autoridades venezolanas poner fin a la represión, los arrestos arbitrarios y el acoso contra miembros de la oposición y la sociedad civil, e instó a liberar a todos los presos políticos.
Borrell explicó que González Urrutia estuvo en la embajada de Países Bajos en Caracas antes de trasladarse a la embajada española el 5 de septiembre.
El exilio de Edmundo González ratifica la grave situación de terrorismo en Venezuela.