Operación especial contra el líder de Hizbulá llega a un desenlace inesperado

Según información proporcionada por fuentes de la defensa y la inteligencia israelí al diario The New York Times, el Gobierno de Israel llevaba tiempo monitoreando los movimientos del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y optó por actuar preventivamente realizando un ataque aéreo para evitar perder su rastro.

Después de la confirmación por parte de Hizbulá de la muerte de Nasrala, se conoció que Israel lanzó un total de 80 bombas durante varios minutos sobre los edificios en el barrio de Dahye, al sur de Beirut, donde se encontraba el cuartel general del grupo chií.

Estrategia de Netanyahu desencadena operación letal contra Nasrala

La revelación de una fotografía en la que se observa al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dando la orden del ataque desde un hotel en Nueva York antes de su participación en la Asamblea General de la ONU ha despertado polémica. Las bombas fueron lanzadas tras la intervención de Netanyahu en el evento.

Por otro lado, se ha difundido información de fuentes cercanas que afirman que Netanyahu planificó su viaje con el objetivo de aparentar normalidad y evitar levantar sospechas sobre la inminencia del ataque, que representa una escalada en el conflicto con Hizbulá.

Continúa la incertidumbre sobre la cúpula de Hizbulá

A pesar de la confirmación de la muerte de Nasrala, se ha reportado que el segundo al mando del grupo chií sigue vivo. Se ha informado que Hizbulá logró recuperar los cuerpos de Nasrala y del comandante Ali Karaki poco después del ataque.

Además, Israel sospecha que Hashem Safi al Din, primo de Nasrala, no se encontraba en la zona durante el momento del ataque, lo que despierta la expectativa de que en breve Hizbulá anuncie su nombramiento como nuevo secretario general de la organización.