La última vez que la familia de Juan José Valerio tuvo noticias sobre él fue en las primeras horas del 29 de junio, específicamente a las 2:23 a.m., momento en el cual se cree que abandonó su hogar, situado en el ensanche El Claret, en el Distrito Nacional, con destino a su lugar de trabajo en UPS, desempeñándose en el área de Transportación.
El hallazgo del chasis del camión que Valerio conducía el día de su desaparición ocurrió casi al finalizar la tarde del 10 de julio. Este fue encontrado por buzos del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este en las aguas del mar Caribe, cerca del kilómetro 18 de la autopista Las Américas.
Desde el momento en que se notificó su ausencia, las autoridades aseguraron estar llevando a cabo una investigación exhaustiva para encontrar al joven.
La búsqueda del vehículo involucró a la Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim) de la Policía Nacional, que revisó minuciosamente las grabaciones de las cámaras de seguridad cercanas a la zona. La familia de Valerio, quien es padre de dos hijas y es recordado como un individuo trabajador y ejemplar, mantuvo la esperanza durante este proceso. Sin embargo, el tiempo avanza y las respuestas siguen sin aparecer.
En una entrevista con el diario Hoy, Amín Quevedo, cercano a la familia Valerio, expresó que aún se desconoce el paradero de Juan José, y que la única pista concreta hasta ahora es el descubrimiento del camión. “Seguimos aguardando por los resultados de las investigaciones; aún no tenemos claridad”, mencionó.
La esposa de Valerio, durante una charla en un programa de radio, enfatizó que su marido no estaba preocupado por ninguna situación y que no enfrentaba problemas personales o financieros que pudieran causarle unh malestar.
Sumida en una profunda ansiedad y desesperación, Sindy Núñez relató cómo la desaparición de su esposo ha sumergido a la familia en una incertidumbre intolerable. Agregó que Valerio no sufría de depresión y que gozaba de buena salud mental y física en el momento de su desaparición.
La comunidad y allegados de Juan José Valerio se mantienen en vilo, uniendo esfuerzos y esperanzas para que pronto puedan surgir nuevas pistas que lleven a su localización. La solidaridad y el apoyo no se han hecho esperar, pero la falta de información concreta transforma la esperanza en angustia con cada día que pasa sin resolver su caso.
La incertidumbre en torno al paradero de Valerio refleja una realidad más amplia de casos sin resolver que preocupan a la sociedad dominicana, demostrando la necesidad de fortalecer los mecanismos de búsqueda e investigación para ofrecer respuestas rápidas y efectivas a las familias afectadas.