Al tomar las riendas en el Ministerio de Interior y Policía, Faride Raful enfrentará el desafío más significativo de su vida profesional: encabezar la estrategia nacional en seguridad pública y lidiar con entidades notoriamente problemáticas del país.
Faride se convertirá en la segunda fémina al frente de este ministerio, sucediendo a la doctora Rosa Julia de la Cruz Santana, quien fue designada por el presidente Antonio Guzmán el 16 de junio de 1980, marcando un hito hace más de cuatro décadas.
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El manejo de la Policía Nacional, junto con sus múltiples divisiones, y de la Dirección General de Migración, presentará desafíos dada la corrupción y violaciones a los derechos humanos que han sido una constante en estas instituciones.
Implementar la Reforma Policial, enfrentándose a la oposición de aquellos renuentes a cambiar y mejorar el sistema de seguridad que debería protegernos en lugar de perjudicarnos, será su tarea más apremiante.
La capacidad de mantener la calma y la fortaleza ante las adversidades serán esenciales para avanzar en esta compleja tarea y superar los innumerables desafíos que encontrará en su camino. Este nombramiento no solo representa un voto de confianza hacia ella, sino que también establece un precedente alentador para otras mujeres, al demostrar que es posible derribar barreras previamente inquebrantables.
Este monumental encargo que Raful asume no solo es una prueba de su capacidad y dedicación, sino que también simboliza un avance significativo para la inclusión y representación femenina en roles de liderazgo dentro de nuestro país. Su éxito no solo será personal, sino que repercutirá positivamente en la esperanza de futuras generaciones de mujeres que deseen participar activamente en la política y en la formulación de políticas públicas.
Además de las dificultades inherentes a su posición, Raful deberá navegar en un ambiente político que tradicionalmente ha sido dominado por hombres, lo que añade otra capa de complejidad a su ya desafiante tarea. Su liderazgo y capacidad para inspirar cambio no solo serán cruciales para su gestión, sino también para demostrar la capacidad de las mujeres para ocupar y sobresalir en roles de alta responsabilidad.