En un operativo en La Romana, un individuo murió a manos de la Policía Nacional al ser involucrado en un supuesto robo.
Identificado como Tomas Rodríguez (El Varón), de 31 años, el fallecido tenía su domicilio en la calle Palo Hincado, perteneciente al barrio Villa Verde.
El incidente tuvo lugar en la calle Agustín Guerrero, cerca de la estación de Bomberos de la localidad.
De acuerdo con lo reportado por las autoridades, los policías respondieron a una alerta proveniente de un hotel. En este lugar, Rodríguez mantenía amenazado con un arma al guardia de seguridad Benjamín Ramírez, de 45 años, quien resultó lesionado en el cráneo.
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Cuando los oficiales arribaron, Rodríguez, acompañado de otro sujeto, intentó huir de la escena. Durante la persecución efectuada por la patrulla, Rodríguez fue alcanzado por los disparos mientras se ocultaba en una habitación de un hospedaje situado en la calle Gregorio Luperón, en el sector Los Coquitos.
El acompañante de Rodríguez logró evadir la captura. En el lugar de los hechos, los policiales aseguraron una pistola Glock de color negro con números de serie ilegibles, además de hallar tres casquillos de bala 9mm, según el informe de la policía.
El cuerpo de Rodríguez fue trasladado al Instituto Regional de Patología Forense, ubicado en el Hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís, con el fin de practicarle la necropsia correspondiente.
Se anticipa la divulgación del reporte de autopsia, el cual permanece bajo custodia del Instituto de Patología Forense.
Este trágico suceso ha vuelto a poner en el foco el continuo debate sobre los procedimientos y medidas adoptadas por los cuerpos de seguridad en situaciones críticas y sus consecuencias en las comunidades. Reflexiones sobre la necesidad de un entrenamiento más riguroso y una supervisión más exhaustiva de las operaciones policiales se hacen cada vez más frecuentes entre ciudadanos y organismos de derechos humanos.
La comunidad de La Romana, sacudida por este acontecimiento, demanda transparencia y justicia, reiterando el llamado al respeto por la vida y la dignidad humana, pilares fundamentales del Estado de derecho y de cualquier sociedad que aspire a una convivencia pacífica.