Biden y Harris dan la bienvenida a ciudadanos de EE. UU. liberados tras canje de detenidos con Rusia

La Casa Blanca celebra la vuelta de ciudadanos estadounidenses tras un histórico intercambio con Rusia

En una emotiva ceremonia a la medianoche, el presidente Joe Biden, junto con la vicepresidenta Kamala Harris, dio la bienvenida en la Base Aérea de Andrews, Maryland, a Evan Gershkovich y Alsu Kurmasheva, periodistas, y a Paul Whelan, ex infante de marina, quienes retornaban de Ankara (Turquía) tras ser liberados en un intercambio de prisioneros con Rusia, el más significativo desde el periodo de la Guerra Fría.

Paul Whelan, quien había sido detenido desde 2018 y sentenciado a 16 años por cargos de espionaje, fue el primero en bajar del avión, compartiendo un conmovedor abrazo con Biden antes de encontrarse con su hermana Elizabeth.

Por su parte, Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal arrestado en marzo de 2023 y recientemente condenado a 16 años de prisión en Rusia, fue acogido tanto por la vicepresidenta como por el mandatario y sus progenitores, además de saludar a colegas periodistas que le esperaban desde hacía horas.

La emoción continuó con el reencuentro de Alsu Kurmasheva, periodista de Radio Free Europe, y su familia, quienes no pudieron contener las lágrimas al volver a estar juntos tras más de un año de separación debido a su detención en Rusia.

Con firmeza, Biden expresó que siempre tuvo la certeza de que lograrían traer de vuelta a cada ciudadano estadounidense detenido en territorio ruso, enviando un claro mensaje al presidente de Rusia, Vladímir Putin: “Detente”.

Apoyo internacional en el intercambio de prisioneros

El éxito del intercambio de prisioneros se atribuyó también al apoyo fundamental del canciller alemán, Olaf Scholz, y el Gobierno esloveno, facilitando la liberación de individuos que Rusia deseaba recuperar en esta operación.

Biden ofreció un consejo a los periodistas presentes en Rusia, instándolos a evitar riesgos innecesarios, aunque subrayó que no deberían sentir miedo.

Este intercambio, donde 16 personas fueron liberadas de Rusia y ocho de cárceles en EE. UU. y Europa, fue el más grande realizado desde la Guerra Fría, evidenciando un significativo esfuerzo diplomático entre Estados Unidos y sus aliados europeos.

Los ciudadanos estadounidenses ahora se dirigen a la Base Aérea de San Antonio en Texas, donde serán introducidos en el programa PISA para apoyar su reintegración a la sociedad tras años de cautiverio en Rusia, marcando el inicio de su readaptación a la vida libre.

Un nuevo capítulo para los liberados

Este intercambio de prisioneros no solo simboliza un momento crucial de diplomacia internacional, sino que también marca el comienzo de un camino hacia la recuperación para aquellos que han pasado años tras las rejas. La reintegración a la sociedad estadounidense será un proceso complejo y significativo para cada uno de los liberados, quienes enfrentarán el desafío de adaptarse a una nueva realidad después de un prolongado período de encarcelamiento en condiciones difíciles. Su valentía y resistencia son un testimonio vivo de la fortaleza del espíritu humano ante la adversidad.

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