Las mujeres en comunidades marginadas
En las zonas rurales y en áreas urbanas desfavorecidas, las mujeres desempeñan un papel fundamental pero muchas veces invisible en el sustento de la cohesión social a través de la atención a la niñez, personas mayores y con discapacidad.
Adicionalmente, las mujeres en estas comunidades encuentran apoyo no solo emocional sino también económico, que contrarresta la dura realidad de la pobreza, como lo evidencian diversos estudios etnográficos.
Tejidos sociales inclusivos
Estas redes de cuidado son inclusivas, sin distinción de raza ni nacionalidad, albergando tanto a familias dominicanas como haitianas, quienes comparten la convivencia a través de la interacción vecinal y el compadrazgo.
Estas interacciones sociales dinámicas y enriquecedoras son un reflejo de la solidaridad y apoyo mutuo que se generan en estos entornos.
Impacto de las deportaciones
En los últimos días, las deportaciones masivas han impactado directamente en este entramado social. Niños, niñas, adolescentes y mujeres de ambas nacionalidades viven ahora en la incertidumbre y el miedo ante la posible separación de sus seres queridos.
Las historias de familias desgarradas y la angustia de los más vulnerables resuenan en las comunidades, provocando un clima de inseguridad y zozobra en el que las redes de apoyo se ponen a prueba.
Influencia histórica en la solidaridad
La colaboración y el apoyo mutuo entre mujeres haitianas y dominicanas tienen sus raíces en eventos históricos significativos, como la masacre de 1937 perpetuada por Trujillo.
Relatos familiares dan cuenta de gestos heroicos de solidaridad, como el de mi bisabuela que protegió a una familia haitiana durante aquellos difíciles momentos. Estas acciones solidarias han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva.
Resistencia ante la adversidad
A pesar de las vulnerabilidades y los desafíos, las redes de cuidado persisten en su labor, brindando apoyo a quienes se encuentran en situaciones de extrema precariedad. La solidaridad y la empatía entre las mujeres de estas comunidades son un testimonio de fortaleza en medio de la adversidad.
Es esencial reconocer y valorar la importancia de estas redes de apoyo en la construcción de una sociedad más cohesionada y justa para todas sus integrantes.