El experto en meteorología Jean Suriel ha comunicado que la presencia de polvo sahariano en el aire de República Dominicana está causando que el cielo se vea un tanto nebuloso y provoca un aumento en la temperatura superficial. Se espera que la sensación de calor se intensifique en la mayoría del territorio durante el día, incrementando así también los casos de reacciones alérgicas en las siguientes 48 horas. “Asistiremos a un enfrentamiento entre las partículas de desierto sahariano y el avance de la vigesimoséptima onda tropical a través del Mar Caribe: hacia el final de la jornada es probable el desarrollo de precipitaciones en el sureste, noreste, sur, la Cordillera Central, el noroeste y la región fronteriza. No se descarta la posibilidad de lluvias ligeras en zonas del norte”, detalló. El meteorólogo señaló además que se anticipa una disminución del polvo africano por lo que el impacto de la onda tropical podría intensificarse en el territorio, resultando en lluvias más intensas en el noroeste, norte, Cordillera Central y la frontera; y moderadas en el sur y noreste.
Adicionalmente, Suriel pronosticó que en los días jueves y viernes la cantidad de polvo sahariano incrementará nuevamente en el país, aunque la presencia de humedad marina podría traer consigo chubascos ocasionales en horas de la tarde y noche en la zona de la frontera, noroeste, la Cordillera Central y el sur. “El próximo sábado esperamos el arribo de la onda tropical número 28 al territorio nacional: debido a su influencia en la zona, se prevé un aumento en la probabilidad de lluvias, pudiendo ser de moderadas a fuertes tras el mediodía”, adelantó.
“El factor climático que prevalecerá en los días venideros serán las temperaturas elevadas, esto debido a la temporada de verano en la que nos encontramos, aproximándonos a las fechas más calurosas del año en la República Dominicana”, finalizó.
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Esta situación climática suma complejidad al escenario meteorológico dominicano, interponiendo desafíos no solo a la previsibilidad del tiempo, sino también a la salud pública. Es esencial seguir de cerca los informes del clima y las recomendaciones de los expertos para minimizar los efectos adversos de este fenómeno. La colaboración entre los servicios meteorológicos y las autoridades sanitarias se torna fundamental para brindar orientaciones precisas a la población, asegurando así el bienestar colectivo ante estas variaciones atmosféricas.