Desinformación y conspiraciones en torno a Sean ‘Diddy’ afectan la imagen de los demócratas antes de las elecciones
El caso de Sean ‘Diddy’ Combs, acusado de delitos relacionados con trata y explotación sexual, ha sido manipulado por movimientos conspiracionistas con el fin de perjudicar a los demócratas a través de la difusión masiva de desinformación que incluye falsas acusaciones de pedofilia y la vinculación de famosos para ganar notoriedad mediática y dañar la candidatura de Kamala Harris.
Expertos consultados señalan que estas narrativas siguen patrones similares a otras teorías de la conspiración, como el ‘Pizzagate’ o la desinformación sobre el caso Jeffrey Epstein, en las que se intenta relacionar a celebridades y figuras demócratas con supuestas tramas de pedofilia.
Tras la detención de Sean ‘Diddy’ Combs, surgieron mensajes engañosos y teorías conspirativas que especulaban sin pruebas sobre su presunta implicación en una red de tráfico de menores, involucrando a personalidades como Beyoncé, Justin Bieber y Jaden Smith en relatos infundados que se difundieron rápidamente en redes sociales.
Según Annie Kelly, experta en teorías de la conspiración, la inclusión de famosos en estas historias busca aumentar su popularidad, siguiendo una estrategia común en este tipo de desinformación.
Por su parte, el candidato republicano Donald Trump utilizó una imagen manipulada en la que aparecía Kamala Harris con ‘Diddy’ para sembrar dudas sobre la demócrata, provocando un aumento significativo de publicaciones en línea que vinculaban a ambos personajes, aunque sin fundamentos reales.
Las teorías que conectan a ‘Diddy’ con Kamala Harris, así como las comparaciones con casos como el de Jeffrey Epstein, forman parte de una red de desinformación que busca erosionar la imagen de los demócratas, según el periodista Mike Rothschild.
Elon Musk, quien también ha estado relacionado con teorías conspirativas, compartió una imagen acusando a famosos partidarios de Harris de estar vinculados a los presuntos crímenes de ‘Diddy’ y Epstein, alimentando aún más la narrativa conspirativa.
Estas historias tienden a entrelazarse entre sí, generando un constante flujo de desinformación que se expande a través de internet, señala Annie Kelly.