El debate recurrente de los residuos y la energía eléctrica
La reciente polémica surgida a raíz del descubrimiento del vertedero cercano al Canal de Riego en Nizao, vuelve a poner sobre la mesa un tema que se repite con diferentes actores, destacando la preocupante situación de los vertederos y la ausencia de una política responsable que busque solucionar este grave problema.
Es necesario analizar el impacto del Fideicomiso Público Privado para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (DO) SOSTENIBLE y su relación tanto con la Ley Núm. 225-20 sobre la Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos (RS) como con la Núm. 57-07 que impulsa las energías renovables.
En el contexto de la economía circular en la gestión de residuos, destaca la prioritaria jerarquización en la gestión de los RS a nivel mundial, que enumera las diferentes opciones de tratamiento y valorización de los residuos. Este enfoque, iniciado con la implementación de la política “Waste Framework Directive” en la Unión Europea, incluye la generación de energía eléctrica a partir de residuos, considerando aspectos técnicos, ambientales, económicos y sociales.
Conocido internacionalmente como “Waste to Energy (WtE)”, este concepto se basa en tecnologías de conversión de residuos que generan energía, ya sea en forma de electricidad, calor o combustibles, utilizando como fuente principal de residuos y evitando su disposición final en vertederos, lo que contribuye a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
El potencial de la energía eléctrica en la gestión de residuos
Es evidente el objetivo europeo de reciclar el 65% de los residuos para el 2030, así como la proyección del Banco Mundial que prevé un aumento del 60% en la generación de residuos para el 2050.
A pesar de contar con un marco normativo adecuado para estas tecnologías, aún persisten obstáculos que limitan su implementación en nuestro sistema. Sin embargo, estas tecnologías podrían aportar soluciones relevantes como la ordenación de la gestión de los residuos sólidos, la contribución al sistema eléctrico nacional y la reducción del impacto ambiental y en la salud de la población.
La transición energética en el país ha permitido un mayor aprovechamiento de las energías renovables, incluyendo la valorización de los residuos. El estímulo a la generación eléctrica a partir de residuos sólidos representa una estrategia interesante que aún no se ha tomado en consideración, a pesar de la existencia de propuestas de proyectos ya en marcha, especialmente en Santiago y San Pedro de Macorís.
Resulta lamentable la falta de apoyo para superar las barreras que impiden la implementación de estos proyectos, los cuales cuentan con una significativa inversión privada que actualmente no está siendo incentivada como debería.
Abrir la puerta a estas tecnologías es una decisión justificada en el interés general de encontrar soluciones al manejo de los residuos sólidos y evitar obstáculos que impidan la adopción de soluciones probadas en otros países de la región, donde la colaboración entre el sector público y privado ha sido clave para satisfacer las necesidades sociales.
Es imprescindible establecer una política pública para abordar la gestión energética de los residuos, con el objetivo de solucionar este grave problema que hemos identificado en artículos anteriores como la proliferación de vertederos en todo el país.
Implicaciones socioeconómicas y medioambientales
La interacción entre el manejo de residuos y la producción de energía eléctrica plantea desafíos y oportunidades que deben ser valorados con miras a un desarrollo sostenible y responsable en el país. Es fundamental considerar la influencia de estas prácticas en el entorno social, económico y ambiental, y trabajar en conjunto para encontrar soluciones que beneficien a la sociedad en su conjunto.