En 2023, Brasil, Colombia, Haití y México registraron los mayores índices de desplazamiento forzado provocados por catástrofes vinculadas al clima, como inundaciones, secuelas de sequías y olas de calor extremo, resultando en el desplazamiento de más de dos millones de personas en toda Latinoamérica.
La representante regional para las Américas de ACNUR, Analía Kim, sugirió que las proyecciones indican un impacto climático significativo en el área para los años venideros.
“Cabe mencionar que, si bien el cambio climático incrementa el riesgo de desplazamientos, hay otros factores determinantes que intensifica,” señaló en una entrevista con EFE.
Adicionalmente, se espera que los eventos naturales exacerben la situación de aquellos ya vulnerables, afectándolos aún más severamente.
“Este año destacó la presencia de huracanes e inundaciones, particularmente en el Corredor Seco, es decir, en Centroamérica y el sur de México, contrastando con las severas sequías del año anterior,” indicó Kim.
Desplazamientos excepcionales en Perú y Chile
En el año 2023, tormentas e inundaciones resultaron en 1.5 millones de desplazados, siendo Brasil y Colombia los más afectados por estos siniestros.
De manera similar, Perú y Chile enfrentaron números elevados de desplazamientos a causa de inundaciones, tormentas e incendios forestales, de acuerdo con lo registrado en el Informe Global sobre Desplazamientos Internos 2024 del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC).
La situación representa un reto a nivel global. “Nos esforzamos en asegurar que aquellos solicitantes de asilo y refugiados afectados por cambios climáticos reciban la adecuada protección internacional,” manifestó Kim.
El fenómeno climático El Niño impactó desigualmente a varios países, generando condiciones secas, en contraste con La Niña, que intensificó las precipitaciones en Argentina, Chile y Uruguay.
Las migraciones forzadas por el clima en América del Sur varían ampliamente según cada contexto regional, afectando de manera distinta a comunidades del Caribe, los Andes, la Amazonía o el Chaco.
El Banco Mundial anticipa que, bajo los escenarios más desfavorables, podríamos ver 17 millones de migrantes climáticos en Latinoamérica para 2050.
Esta realidad demanda estrategias de protección más robustas y soluciones resilientes que beneficien tanto a desplazados como a comunidades receptoras, enfatizó la portavoz regional de las Américas, resaltando la importancia de la divulgación de políticas entre poblaciones vulnerables.
Naciones como Brasil, Argentina, México y Colombia siguen ajustando sus marcos legales para reconocer el desplazamiento por motivos climáticos.
“Existen visados humanitarios que ofrecen protección temporal, pero muchos no están al corriente de su existencia,” explicó.
Desde el ACNUR, se promueve el avance hacia políticas de protección regional que engloben al cambio climático como factor de desplazamiento interno.
El ‘Plan Estratégico para la Acción Climática 2024-2030’ se centra en promover la protección legal, el acceso a servicios básicos, la resiliencia y soluciones sostenibles para comunidades receptoras.
“Nuestro objetivo es involucrar directamente a los desplazados, escuchando sus necesidades para amplificar sus voces,” finalizó Kim.