Directrices oficiales para gestionar la inmigración de manera adecuada
Respetando la legalidad vigente en el país y desafiando convenciones internacionales, el Gobierno enfatiza su compromiso con salvaguardar los intereses nacionales al regular la presencia de individuos extranjeros en el territorio.
Es crucial destacar el respaldo de la ciudadanía a estas medidas, reflejando un consenso tácito para aplicar de forma amplia la normativa que regula la presencia de foráneos, con flexibilidad para integrar a trabajadores extranjeros en sectores clave de la economía nacional. La adaptación de la fuerza laboral local a largo plazo en áreas como Construcción y Agrícola implica la creación de condiciones favorables en salario y seguridad social para los nacionales, un proceso que requiere tiempo y planificación.
En consonancia con los derechos humanos fundamentales, el país debe controlar eficazmente la inmigración para evitar posibles consecuencias económicas negativas y riesgos para la convivencia social, como la devaluación de la mano de obra y conflictos potenciales. La clave no radica en incitar acciones emotivas, sino en mantener un control fronterizo vigilante y continuo.