Caudillos brasileños considerados “innovadores” en distintas épocas
Lula comenzó su trayectoria política como líder sindical en la industria metalúrgica. Durante su presidencia se le puede reconocer como uno de los políticos “visionarios” en Brasil, siguiendo la línea de gobierno de figuras como Getulio Vargas, Janio Quadros y Joao Goulart. A continuación, detallo acontecimientos relevantes relacionados con estos líderes que precedieron a Lula.
En 1954, tras el suicidio del presidente Getulio Vargas, Tancredo Neves leyó en los medios el testamento político de Vargas, generando una reacción popular similar al discurso de Marco Antonio frente al cuerpo de César. Se produjeron disturbios en las favelas de importantes ciudades, paralizando el país. Los militares, temerosos, no lograron materializar el golpe que intentaron contra Vargas. Posteriormente, se vivieron 10 años de “Varguismo sin Vargas” tras la elección de Juscelino Kubitschek en 1955, quien prometió “Construir 50 años en 5”.
Kubitschek, seguidor del modelo económico de Vargas, se centró en el “desarrollo interno”. Se destacó por la construcción en tres años y medio de la monumental capital federal, Brasilia, con un diseño urbano de Tulio Costa y edificaciones de Oscar Niemeyer. A pesar de culminar con éxito, Kubitschek fue injustamente acusado de corrupción por la dictadura militar en un trágico desenlace.
En 1960, Janio Quadros ganó las elecciones con una escoba como símbolo, prometiendo “limpiar la corrupción”. Quadros otorgó al Che Guevara la “Gran Cruz de la Orden Nacional do Cruzeiro do Sul”, lo que le valió críticas desde la derecha política.
Quadros presentó su renuncia confiando en que el congreso la rechazaría, con la intención de volver a asumir la presidencia por aclamación popular. Sin embargo, su renuncia fue aceptada y Joao Goulart, vicepresidente, heredero ideológico de Getulio y exsecretario de Trabajo, impulsó reformas en favor de los trabajadores al asumir el cargo. Goulart también había sido vicepresidente de Kubitschek.
Tras la caída de Quadros el 25 de agosto de 1961, Goulart se encontraba en viaje a Pekín. Los militares emitieron un comunicado rechazando la presidencia de Goulart. En ese momento, el presidente de los diputados, Ranieri Mazzilli, asumió temporalmente el poder. El héroe de esa jornada democrática fue Leonel Brizola, cuñado de Goulart, quien lideró la histórica “Campaña de la Legalidad en Brasil”, combinando acciones políticas en los medios con la preparación de milicias populares. Trece días después, el 7 de septiembre, Goulart juró como presidente, tras una negociación que estableció el parlamentarismo en el país.
Continuando el proceso de industrialización iniciado por Vargas y Kubitschek, Goulart impulsó la reforma agraria, nacionalizó refinerías petroleras y enfrentó oposición desde la derecha política. Muchos ciudadanos brasileños abogaban por la presidencia de Brizola. Sin embargo, la constitución prohibía que familiares sucedieran a los presidentes, lo que originó la consigna: “Cuñado no es pariente, Brizola Presidente”.
Transición política en Brasil: vuelta a la democracia
Tras ser derrocado en marzo de 1964, Goulart se exilió en Uruguay y falleció en Montevideo en 1976, teóricamente envenenado como parte de la “Operación Cóndor”, sin llegar a realizarse una autopsia.
Con la muerte de Getulio, los exilios de Goulart y Brizola, los militares arremetieron contra Kubitschek, acusándolo de corrupción y condenándolo de manera severa por decisión del presidente golpista, el Mariscal Castelo Branco. La dictadura se prolongó por más de 20 años. En 1985, con el retorno de la democracia, Tancredo Neves, quien también había leído el testamento político de Vargas en 1954, fue elegido presidente. Neves falleció antes de asumir el cargo, siendo reemplazado por su vicepresidente José Sarney.
Brizola, en el exilio, lideró la resistencia como heredero de Vargas y Goulart, fundando el Partido Democrático Trabajador, PDT, en colaboración con Dilma Rousseff. En las elecciones de 1989 y 1994, Brizola fue candidato presidencial, pero no obtuvo la victoria. En 1998, la fórmula Lula-Brizola fue derrotada por la reelección de Fernando Henrique Cardoso. Brizola comentó irónicamente que los poderosos tendrían que aceptar a Lula, un sindicalista, como presidente, refiriéndose a él como “un sapo barbudo”. Finalmente, se distanció de Lula.
Renovación política en Brasil: aires de cambio en la economía
Fernando Henrique Cardoso, destacado académico progresista convertido en presidente neoliberal, gobernó por dos períodos entre 1995 y 2002. Durante su mandato, se enfocó en la estabilidad económica y rechazó una reelección adicional argumentando que “dos mandatos representan una república, tres una monarquía”.
Lula forjó su propio camino combatiendo a los militares como líder sindical y político “innovador”. Al suceder a Cardoso, gobernó también por dos períodos entre 2003 y 2010. Brizola y Peña Gómez, mantuvieron una estrecha amistad. Brizola, como Gobernador de Río, respaldó a Peña en la revitalización del Malecón de Santo Domingo. Sin embargo, debido a la enfermedad de Peña, el proyecto fue postergado. Tanto Brizola como Peña no lograron llegar a la presidencia, pero se mantuvieron como figuras controversiales y defensoras de la lucha contra la corrupción y la impunidad.