Las verdaderas causas detrás del litigio legal contra el navegante que encontró América.
¿Qué llevó a América desde celebrar el 12 de octubre hasta cuestionar al Adelantado de la Corona? En los primeros años de este siglo, los líderes bolivarianos y progresistas de la región se adhirieron a la leyenda negativa anti española que pone en duda la empresa colonizadora que dio origen a nuestras naciones mestizas.
Es interesante observar la obsesión del ex presidente de México con estos temas. Una posible explicación podría ser la influencia de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, cuya tesis de maestría en la Universidad de Puebla en 2002 se tituló: “Memoria artificial en la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”.
Las motivaciones detrás de las acciones de los líderes progresistas de la región.
Hispanoamérica se ha beneficiado culturalmente de España, sin embargo, algunos mandatarios progresistas optan por abrazar el indigenismo y la leyenda negra anti española, lo cual no parece aportar beneficios a la región.
Estos líderes, en lugar de reconocer la contribución cultural de España, prefieren enfocarse en culpar a personajes como Colón, sin tener en cuenta la realidad histórica de la mezcla cultural que dio origen a las naciones latinoamericanas.
Es notable la coordinación con la cual estos políticos adoptan posturas anti españolas, siguiendo un mismo guion y una misma narrativa, lo que plantea interrogantes sobre posibles influencias externas en sus decisiones.
La deconstrucción de la figura de Colón y sus repercusiones.
La polémica en torno a la figura de Colón ha llevado a la remoción de estatuas y la demonización del navegante, sin tener en cuenta los aspectos históricos y culturales que influyeron en la conformación de las sociedades actuales.
Es relevante analizar a fondo las implicaciones de la confrontación continua contra figuras como Colón, que afecta la comprensión y el arraigo cultural de los pueblos americanos, al tiempo que desvía la atención de los problemas actuales.
Los discursos anti hispanistas e indigenistas pueden contribuir a la fragmentación social y territorial, generando un clima de división en lugar de promover la unidad y el entendimiento mutuo.