Interferencia de George Kennan en la Guerra Fría y la Influencia Política en América Latina
¿Quiénes estuvieron detrás del derrocamiento del gobierno de Juan Bosch en 1963 y no fueron Wessin y Wessin y los militares?
Algunos autores señalan que el golpe de Estado contra Juan Bosch tuvo relación con los intereses de los Estados Unidos en derrocar al gobierno de Duvalier en Haití, utilizando a Léon Cantave. Esta acción se mantuvo en secreto, evitando que incluso el presidente de la República dominicana estuviera al tanto. Bosch solicitó a la OEA intervenir tras el fracaso de la invasión a Haití desde suelo dominicano, lo que desencadenó el golpe de Estado por parte de EE. UU.
George F. Kennan, arquitecto de la Guerra Fría y las políticas encubiertas de EE. UU., estableció la premisa de que el presidente estadounidense quedaba exento de responsabilidad en acciones de guerra secreta contra países considerados hostiles alineados con el comunismo internacional. Esta premisa justificó las 35 intervenciones encubiertas de la CIA en América Latina.
Las manipulaciones políticas en países latinoamericanos por parte de la CIA y la embajada de EE. UU. incluyeron reclutar diversos sectores sociales y políticos para desprestigiar a líderes como Bosch, sugiriendo vínculos comunistas, aunque este no lo era. La estrategia buscaba debilitar gobiernos no alineados con los intereses norteamericanos.
El embajador Martin jugó un papel crucial en la manipulación de Bosch, enfrentándolo a decisiones que lo alejaban de la Constitución, culminando en su derrocamiento. Esta práctica se repitió en otros golpes de Estado en la región, siguiendo el patrón de intervencionismo de EE. UU. asociado a la doctrina de la Guerra Fría de Kennan.
La injerencia estadounidense a través de campañas mediáticas orquestadas influyó directamente en el destino de líderes como Juan Bosch. La estrategia de desestabilización política, la difamación y las presiones diplomáticas fueron herramientas habituales en los procesos de cambio de gobierno en América Latina.