Impacto de los cambios en el valor de los activos en la economía
Los recursos utilizados para generar ingresos sujetos a impuestos pueden sufrir desgaste por uso, inactividad o maltrato, lo que permite restar una cierta cantidad en base a su vida útil estimada, mientras que los elementos de inversión reciben un trato especial, siendo descritos como: “Cualquier bien en posesión del contribuyente, ya sea relacionado con su actividad comercial o no”.
Este concepto excluye específicamente los elementos que se deprecian o agotan. En este sentido, los bienes raíces presentan una dualidad donde la tierra en sí misma es considerada un activo de capital, mientras que las mejoras depreciables no entran en esta categoría.
Dada la importancia fiscal de esta distinción, es relevante realizar un breve resumen sobre este tema.
En el caso de obtener una ganancia de capital, no surgen complicaciones, ya que el impuesto se aplica en conjunto con los ingresos generados durante el período fiscal; sin embargo, en caso de una pérdida de capital, solo puede restarse de otras ganancias de este tipo. Por otro lado, las pérdidas de ingresos se pueden compensar con las ganancias de capital, tal como se menciona anteriormente.
Según el Reglamento número 139/98, en su artículo 22, se establece que si un activo depreciable de la categoría 1 es vendido o intercambiado durante el ejercicio, la diferencia entre el valor de venta o intercambio y el valor contable del activo representará una ganancia o pérdida, dependiendo de la situación. Asimismo, la Norma número 07/14 confirma que para las entidades jurídicas, la ganancia derivada de la venta de un activo de categoría uno se determina de acuerdo con lo dispuesto en dicho Reglamento.