Desesperada madre ruega por permiso para visitar a su hijo enfermo en Nueva York

Desesperada madre ruega por permiso para visitar a su hijo enfermo en Nueva York

Luisa Elvira Mueses Hernández está solicitando una autorización humanitaria para cuidar a su hijo, Baruch Sebastián Azcarraga Mueses, de cuatro años, quien enfrenta un diagnóstico de leucemia y se encuentra hospitalizado en el María Ferrari Children’s Hospital, en Nueva York, Estados Unidos, donde lamentablemente entró en estado de coma.

La historia de dolor y lucha de esta madre comenzó una década atrás, cuando escapó a tierras estadounidenses únicamente con una visa.

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Escapaba de la violencia de su pareja. En su estadía en ese país, formó una familia, tuvo una hija y un hijo. A pesar de haber solicitado asilo, este le fue denegado por un tribunal, por lo que decidió retornar a su país de origen junto con sus hijos.

Baruch Sebastián recibió su diagnóstico médico aquí, en República Dominicana. Siguiendo recomendaciones del equipo médico del Hospital Infantil Robert Reid Cabral, donde estaba internado, y con el objetivo de mejorar sus chances de sobrevivir, fue enviado de vuelta con su padre.

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Su situación es crítica y su madre ruega desesperadamente por la visa que le permita acompañarlo en estos momentos difíciles. Aquellas personas interesadas en brindar apoyo a esta solicitud pueden comunicarse al número telefónico 849-918-5575.

“Lo envié con mi madre, y ahora está allí, solamente con su padre, quien debe trabajar arduamente para hacer frente a esta situación y se le dificulta atender todas las necesidades de mi hijo. Él me necesita más que nunca. Mi pedido es la oportunidad de viajar para estar a su lado”, cuenta Luisa.

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Ella cuenta con toda la documentación necesaria que respalda la condición médica de su hijo, y tiene a disposición cartas y prescripciones del centro hospitalario en Nueva York que detallan su estado de salud.

Luisa se aferra a la esperanza de ser escuchada, poder estar con Baruch y que esta angustiosa etapa se convierta pronto en un recuerdo del pasado.

“Tengo fe en que Dios intervendrá en este caso”, afirma con seguridad, confiando en que todo se resolverá de la mejor manera.

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